El transporte terrestre en Argentina representa alrededor del 94% del movimiento de cargas en el país. Sin embargo, la infraestructura vial deficiente genera tiempos de viaje más prolongados y un mayor riesgo de accidentes, lo que es particularmente preocupante en un contexto de creciente demanda de transporte y desafíos económicos.
Infraestructura vial deficiente
Argentina posee una red vial de aproximadamente 640.000 kilómetros, de los cuales solo 40.000 corresponden a rutas nacionales pavimentadas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), sólo el 8% de las rutas nacionales son autovías, es decir, cuentan con dos carriles por sentido. Esto limita significativamente la capacidad de tráfico y aumenta el riesgo de accidentes. De los 200.000 kilómetros de caminos provinciales, solo un tercio está pavimentado, mientras que el resto son caminos de tierra. Es decir, una infraestructura vial deficiente que complica aún más el transporte.
Estadísticas oficiales revelan que cerca del 40% de la red nacional se encuentra en mal estado. Esto afecta directamente la logística y el transporte en el país y genera un sobrecosto en la cadena de suministro. Este deterioro se debe principalmente a la falta de mantenimiento, el incremento del tráfico de camiones y condiciones climáticas adversas. Las rutas que conectan los principales centros de producción con los puertos, como la Ruta Nacional 9, son especialmente vulnerables, presentando sectores con serias deficiencias en su pavimentación.
Impacto en costos logísticos
Según un informe de la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas (CEAC), los costos logísticos en Argentina representan aproximadamente el 25% del costo total de un producto. Se trata de una cifra considerablemente mayor en comparación con otros países de la región, donde estos costos oscilan entre el 15% y el 18%.
Este aumento en los costos se debe, en gran medida, al estado de las rutas. Dicho estado obliga a los transportistas a reducir la velocidad para evitar daños a los vehículos. A su vez, se incrementa el tiempo de entrega y los costos operativos. Además, el deterioro acelerado de los camiones debido a las malas condiciones de las rutas eleva los costos de mantenimiento y reparación.
La CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) ha señalado la necesidad de inversiones significativas en los sistemas carreteros y ferroviarios de Argentina para mejorar la conectividad y reducir los costos logísticos. Proyectos como la renovación y expansión de la red ferroviaria podrían disminuir la dependencia del transporte por carretera y reducir los costos logísticos en un 30%. Sin embargo, la implementación de estos proyectos ha sido lenta, lo que ha generado críticas desde el sector privado.
La seguridad vial es otro aspecto crítico. Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2023 se registraron 4.369 muertes en 3.642 siniestros viales en todo el país. El mal estado de las rutas tiene un impacto directo en los costos operativos y en la seguridad de la cadena de suministro, señalan.
