La pandemia modificó la actividad productiva de Ryder. Por aquel entonces, decidió una nueva estrategia comercial enfocada en los comercios digitales que quieren conservar su autonomía. Para eso, realizó una serie de alteraciones a su plan, al mismo tiempo que buscaba formas de no competir con los principales marketplaces.
Ryder da una vuelta de página en México
Sin dudas, el año 2020 fue una temporada de muchas modificaciones y alteraciones en las formas de ver la industria para Ryder. Se trató de un periodo de innovaciones y renovaciones absolutas. En esta línea, la intención fue la de ofrecer un servicio para clientes online, sin competir con los marketplces más importantes. En su afán de renovación está la propuesta para negocios que trabajan en línea y quieran conservar su independencia. 
Para conseguir esas metas, se ha invertido fuerte en la infraestructura que la compañía norteamericana tiene en México. En realidad, fue una restructuración. Los representantes dieron cuenta que existía a disposición un amplio espacio en complejos edificados y no estaban aprovechando al máximo esa condición. En total, los almacenes que la firma tiene para todos sus clientes reúnen entre 25 a 30 mil metros cuadrados edificados.
En los últimos años, la empresa americana utilizaba estos edificios como punto de conexión para el transporte que realizaba a las empresas. Su principal foco era realizar la logística de los fabricantes, hasta estos sitios, que servían como centro de distribución. Con los cambios culturales que provocó la pandemia y las modificaciones que se vieron en la modalidad de compra, los caminos desviaron la atención hacia un tipo de logística muy distinta.
Fulfullment, la nueva modalidad de Ryder
Como ocurre en gran parte del planeta, la industria logística ha evolucionado, o alterado sus condiciones. En este sentido, los denominados fulfullment se llevan gran parte de la atención de las principales compañías. Este tipo de almacenaje y logística es la que marca tendencia en los grandes centros logísticos. 
La forma de producción de estos sitios está acorde con los requerimientos de estos tiempos. Lo que se hace en los almacenes de este tipo es recibir la mercadería que el cliente envía y consolidarla, para luego desconsolidarla. Tras este paso, se clasifica cada artículo y se lo empaqueta, según las exigencias de cada cliente. El último paso es entregarlo al usuario en el tiempo indicado. La pandemia acotó estos tiempos y la demanda es muy grande. Por esta razón, los centros de este tipo se transformaron en una herramienta vital para el funcionamiento de una tienda online.
De esta manera, Ryder apunta a las empresas de última milla, un sector que está creciendo y aún no mostró todo su potencial comercial. Aunque no hay precisiones, también se encargaría de artículos eléctricos y de tamaño medio.
