El puerto de Barcelona informó que contará con una nueva terminal pública de vehículos. La intención de esta acción es adaptarse a la creciente demanda de tráfico de vehículos nuevos en el enclave catalán. A su vez, permitirá reforzar las cadenas logísticas que pasan por el puerto. La futura terminal ocupará una superficie de más de ciento cuatro mil metros cuadrados. Se desarrollará a lo largo de cinco fases, para su culminación en 2027.
Nueva terminal pública de vehículos
En concreto, el Consejo de Administración del Port de Barcelona ha aprobado recientemente el pliego regulador y la convocatoria del concurso para el otorgamiento de la terminal pública de vehículos en el muelle Príncep d’Espanya. El otorgamiento tendrá una duración de 27 años. Esta terminal responde al aumento del tráfico de vehículos nuevos y eléctricos en Barcelona. A su vez, estiman que fortalecerá su rol como hub de distribución internacional en el sector automovilístico, alineado con el IV Plan Estratégico del puerto.
La terminal, que ocupará 104.938 m² en 2027, se desarrollará en cinco fases. En las fases del proyecto se incluye el derribo del edificio Tersaco y la nave anexa. Las oficinas de las empresas actuales se trasladarán al edificio ASTA, que está siendo rehabilitado.
Además, la terminal contará con vallado perimetral, reparación y pavimentación de su superficie, e instalación de infraestructura y servicios necesarios. Está previsto que se incluyan edificios de oficinas, talleres, sistemas de control y seguridad, así como puntos de carga eléctrica.
Se valorará especialmente la propuesta intermodal y de sostenibilidad del futuro concesionario. La terminal se ubicará junto a la terminal ferroviaria pública del Tramo VI del Port de Barcelona. Esta se ampliará para operar trenes de 750 metros en tres anchos de vía. De esta manera, se facilitarán las redes logísticas marítimas y ferroviarias para los mercados español y europeo.
Sostenibilidad
En términos de sostenibilidad, el concesionario deberá utilizar vehículos cero emisiones. Además, fomentar el uso de camiones eléctricos o de hidrógeno, instalar placas fotovoltaicas, implementar medidas de ahorro de agua y de consumo energético, y contratar electricidad de origen verde.
El Port de Barcelona valorará especialmente la propuesta estratégica y comercial del futuro concesionario. Esto porque tiene el poder de potenciar el papel de Barcelona en el ecosistema portuario europeo y mediterráneo. Asimismo, fomentará la intermodalidad ferroviaria y el desarrollo de cadenas logísticas que minimicen su impacto ambiental. Y también se valorará la propuesta de construcción de silos y configuración interna de la terminal que permita una mayor capacidad de almacenaje. Esto para que fomente las operativas ágiles y eficientes que los armadores y operadores necesitan.
