Argentina tiene a las exportaciones agroindustriales como uno de sus pilares económicos. Sin embargo, con el colapso internacional que existe en la logística y el aumento en el valor de los fletes, la actividad se ve desfavorecida en el contexto y el país tiene dificultades para poder realizar la actividad en condiciones normales.
La logística en mar, el principal escollo a vencer
Los traslados en barcos de los productos que vende Argentina representan una cantidad importante de las exportaciones realizadas. Al igual que otras naciones, esta vía suele ser la más demandada por los precios que ofrece. Sin embargo, en las últimas semanas, existe un colapso en toda la industria que representa una barrera para poder comercializar naturalmente. Así lo advirtió el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). Según los especialistas de este organismo, las condiciones actuales, junto con la suba del precio de los fletes, han impactado negativamente en los despachos que el país realiza.
En suma, se trata de problemas que están presente desde hace unas 6 semanas. Primero, la cancelación de Bookings. Luego, la suba en el servicio de traslado, que se multiplicó hasta en 8 veces su valor inicial. Resultó ser una cadena de factores que determinaron un impacto sumamente negativo en la actividad comercial del país.
En este sentido, el flujo marítimo se vio desfavorecido ampliamente. Las cargas disminuyeron y la cantidad de productos que están en conteiner se estancaron. Para Argentina, se trata de una situación preocupante, pues es una de las actividades que mayor caudal de divisas genera a las arcas nacionales.
Los productos agroindustriales se verán afectados por la crisis logística
En este contexto negativo, los mayores damnificados serán los artículos relacionados con la agroindustria. En primer lugar, los precios quedarán afectados por la suba de los fletes internacionales, sobre todo los que usualmente son conocidos como los de bajo valor de importación.
Si se analizan datos históricos, estos tenían un 10% de su valor representados en el traslado. Si los costes suben hasta 8 veces lo que se pagaban, el consumidor final también sentirá el impacto al momento de pagarlos. Con los montos actuales, sin actualizarlos al final de la etapa de comercialización, los gastos de flete y logística, podrían ser hasta el 50% de estos productos.
Por otro lado, hay un aspecto que preocupa aún más a algunos empresarios. Muchos de los contratos que fueron elaborados y sellados en el último tiempo registraban los valores antiguos. Con estas nuevas reglas de costes, los retroactivos serán amplios y habrá un impacto amplio en la cadena de consumo.
En respuesta a las compañías que quieren recuperar esos precios, la CAA advirtió que no es razonable lo pedido. Los cambios no pueden ser unilaterales existiendo un contrato. Aunque los problemas existan, deben ser resueltos en conjunto.