A finales del año en curso comenzarán a circular en Uruguay los primeros drones repartidores de medicamentos, alimentos y otros productos livianos. Y la empresa responsable de tal hito es Drone.uy, que ya ha venido ensayando la hazaña con paquetes entre dos y cinco kilos en el Laboratorio tecnológico del Uruguay (LATU).
Cabe mencionar que, por ahora, los envíos se están realizando con empresas colaboradoras. Sin embargo, la intención es que el siguiente paso sea comenzar a implementar los drones repartidores en algunos barrios privados. Además, poder expandir el negocio a diversos países latinoamericanos.
Drones repartidores, “democráticos y sostenibles”
Al respecto, el cofundador de la compañía, Diego Silva, comentó a través de una entrevista que este es un sistema que permite democratizar la sociedad. Es decir, hace posible llegar los servicios que antes no estaban llegando. Además, considera que este nuevo método de entrega de mercancías es ideal para aquellas comunidades aisladas.
Referente al funcionamiento, según expresó Silva es sencillo. En primer lugar, el usuario debe generar su pedido a través de una aplicación, luego esta crea una ruta automática al lugar en el que se encuentra la plataforma del dron, y posteriormente este sale volando a unos cinco o siete metros del suelo. Finalmente, cuando llega a su destino, comienza a bajar el paquete por medio de un cable y se lo deja al usuario para luego regresar a su base.
Hay que resaltar que las entregas se hacen en un radio de unos 5 kilómetros y que los clientes pueden recibir sus pedidos en alrededor de 25 minutos.
Por otra parte, según indicó Diego Silva, otra de las ventajas de las entregas de pedidos con drones o como “drones delivery” es que este es un proceso más verde. En este sentido, cabe mencionar que tres vehículos de este tipo al año suponen una tonelada de dióxido de carbono que se está dejando de emitir. Además, comentó que:
“Nos interesa tener una logística idónea a lo que desean las personas. Es decir, que sean entregas limpias y sin crear problemas dentro de la ciudad”.
Una afición que se convirtió en negocio
Es preciso mencionar que la idea de negocio surgió cuando Silva y su socio, Marcos Mujica, comenzaron en el 2015 con drones de carreras. Esta novedosa tecnología llamó su atención y comenzaron a descubrir todas las posibilidades del mercado.
Así que trajeron el primer dron pensando en él como una cámara totalmente nueva en el aire. Sin embargo, no tardaron mucho en ver todas las posibilidades que tenían, por ejemplo, el agro, las inspecciones y el sistema de entregas o “delivery”. Y este último fue el que vislumbró la oportunidad de crear un negocio de envíos para comunidades apartadas.
Finalmente, hay que decir que este ha sido un largo proceso, pues al ser un sistema de reparto sin precedentes en Latinoamérica, muchos problemas surgieron. Además, tiene que haber coordinación con la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica, que ya dio su autorización para el funcionamiento de estos drones.
