Emprender nunca es tarea sencilla. La cantidad de factores que hay que tener en cuenta a la hora de comenzar a montar tu propio negocio puede resultar, en muchas ocasiones, abrumadora. No únicamente trámites burocráticos o fiscales imposibles, sino también aspectos más prácticos del día a día. Dependiendo del tipo de negocio habrá que tratar con proveedores, empresas de construcción que se ocupen de las instalaciones, comprobar que los procesos de fabricación -en su caso- funcionen correctamente… También preocuparse por tareas más comerciales, por vender, por los nuevos modelos de consumo… Y aquí es donde entra en juego un punto clave del proceso de compra actual, algo que todo emprendedor ha de tener en cuenta: la última milla.
Si estás pensando en emprender un negocio que requiera la distribución de productos a compradores finales, ya sea particulares o profesionales, no puedes dejar de trazar tu estrategia de reparto. Y es que este punto final de la cadena de suministro es vital para la eficiencia y rendimiento del negocio, así como clave de cara a lograr la mayor satisfacción del cliente. Lamentablemente, de nada habrá servido todo el trabajo previo en fábrica, almacén… si a la hora de entregar un paquete al comprador éste llega fuera de tiempo o en malas condiciones. Por ello, cada detalle de la configuración del servicio de última milla logística de un negocio ha de estar medido al milímetro.
Cómo configurar la flota comercial perfecta
Ser emprendedor en la era de la sostenibilidad y de la innovación significa buscar soluciones eficientes y al mismo tiempo respetuosas con el medio ambiente para la configuración de su servicio de entregas. Hoy en día, la movilidad eléctrica ya no es una opción, sino que es prácticamente obligada, sobre todo si los desplazamientos van a tener lugar en entornos urbanos. De esta manera, además de contar con una planificación de rutas optimizada, la elección de los vehículos que van a formar la flota comercial de un negocio es una decisión trascendental. Y la movilidad eléctrica no puede quedar fuera de ella.
Existe una gran variedad de vehículos diseñados especialmente para la última milla logística: bicicletas, motos, cuadriciclos, furgonetas… Seleccionar uno u otro dependerá de las necesidades particulares de cada negocio, de las rutas que recorre día a día en su reparto, de las características de sus productos, del volumen de entregas… Por eso, es muy importante conocer y analizar todos estos factores previamente a comenzar a configurar la flota comercial perfecta. También dependerá del entorno en el que se vayan a realizar las entregas: urbano, interurbano, rural… Y de los requerimientos sociales o tendencias globales, como lo es la movilidad eléctrica.
Motocicleta eléctrica Silence S02 HS
En el caso de que los repartos vayan a realizarse en entornos urbanos, sin duda, uno de los vehículos que no puede faltar en la flota de la mayoría de negocios es la motocicleta eléctrica.
Concretamente, la motocicleta eléctrica Silence S02 HS. Un vehículo sostenible fabricado en España y diseñado especialmente para la última milla. El tránsito por ciudades con tráficos congestionados no ralentizará las entregas con esta motocicleta gracias a su agilidad y maniobrabilidad. Es muy sencilla de conducir y permite acceder a todo tipo de espacios y calles estrechas, algo tremendamente útil en el reparto urbano.
La optimización de las rutas de cualquier negocio está garantizada con la Silence SO2. Con ella pueden evitarse congestiones de tráfico y así avanzar rápidamente. Además, siendo completamente eléctrica, puede circular por cualquier zona con acceso restringido a vehículos contaminantes, incluso los barrios más céntricos de las grandes ciudades. Cuenta, por otro lado, con tres modos de conducción que le ayudan a maximizar su eficiencia y autonomía según cada necesidad. Una autonomía que llega hasta los 120 km, lo que permite completar todas tus rutas de un día con una única carga. Sumando, además, la energía extra conseguida gracias al frenado regenerativo.
Tanto si se desea emprender en el sector de paquetería o envíos como en el food delivery, pharma o incluso industrial, esta motocicleta ofrece una gran polivalencia, adaptándose tanto a aplicaciones de transporte interno como de reparto o entrega a domicilio. El baúl que incorpora permitirá transportar artículos de diferentes volúmenes y pesos. Además, puede ser personalizado con capacidades que van desde los 102 hasta los 300 litros. Y, todo ello, alcanzando una velocidad máxima de 90 km/h, ideal para la circulación urbana e interurbana. Por último, pero no menos importante, la electricidad de su motor hace que sus costes de utilización y mantenimiento sean muy bajos.
No dejes que los trámites y configuraciones iniciales de tu negocio te quiten las ganas de emprender. Busca soluciones sencillas para cada factor a cubrir, como la motocicleta eléctrica Silence SO2 HS para la configuración de tu flota de última milla. De este modo, pronto comenzarás a cosechar buenos resultados que te animarán a seguir creciendo.
