Según los expertos, Estados Unidos y Europa presenciarán la “tormenta perfecta de almacenaje” en el 2021. Luego de un año particular, los impactos de la Pandemia comienzan a jugar su rol en este sector.
El sector de flujo global de contendores no ha tenido interrupciones durante el confinamiento obligatorio que se ha dictaminado en distintos países del mundo. La actividad siguió con habitualidad, adecuándose a las distintas medidas que se tomaron en cada gobierno. Sin embargo, en esta etapa esperan que se produzca el efecto de “cuello de botella”, producto de todas las medidas que se adoptaron alrededor del mundo.
En informes presentados en los últimos días, se visualiza que Europa y Estados Unidos han incrementado la demanda de contendores y en la cadena de su logística. Pero, en todo el planeta se mantienen restricciones que provocan fuertes conflictos para cumplir con este pedido. No hay suficientes buques activos, camiones disponibles ni espacio suficiente para el almacenamiento. Sin contar que los puertos y terminales de carga están trabajando con personal reducido.
Algunas empresas han tenido que ocupar la totalidad de su espacio de almacenamiento y todos los recursos disponibles. A su vez, tienen que planificar la reposición y mantener el equilibrio entre estas dos actividades. La consecuencia de esto es que se produzca el cuello de botella y termine siendo una tormenta perfecta para el almacenamiento en Europa y Estados Unidos.
Factores que producen la tormenta perfecta en el almacenamiento en Europa
En primer lugar, este fenómeno se explica plenamente por la Pandemia. En el primer trimestre del año, las bajas comerciales produjeron que las grandes empresas tengan que reducir costes. En esta última etapa, con una mejora de las condiciones comerciales, las firmas se encuentran en un periodo productivo, pero sin capacidad para afrontarlo por las reducciones que tuvieron que realizar.
En segundo lugar, y muy importante, están las restricciones de los países. En países como Australia, los buques tienen que esperar por periodos de hasta 21 días, retardando todo proceso de logística. Por la gran cantidad de protocolos que se activan en cada puerto o terminal, el tiempo de espera de un camión pasó de 90 minutos a 130 promedios.
La reducción en el sector aéreo también son un fenómeno a prestar atención en este análisis. Como hay menos vuelos, la carga para camiones y buques se duplicó. Por esta razón, la demanda crece y los recursos de las empresas no alcanzan. Produciendo la tormenta perfecta en el sector de almacenaje en Europa y Estados Unidos.
Por último, la digitalización también ha ocupado un lugar muy importante en el almacenamiento de este año. Se ha realizado una tarea de digitalización en un año, siendo la misma que se había planificado para los próximos 3 años.
