El sudeste asiático está emergiendo como un centro clave de fabricación, mientras más empresas buscan diversificar su base de suministro y reducir la dependencia de un solo proveedor. Según un reciente informe de McKinsey, países como Indonesia y Vietnam están liderando estos cambios en los flujos de producción y comercio en la región. En 2023, Indonesia recibió alrededor de US$33.000 millones en inversión extranjera directa (IED). Esto para nuevas instalaciones de manufactura. Por su parte, Vietnam atrajo aproximadamente US$16.000 millones. Las exportaciones de ambos países también han mostrado un crecimiento significativo. El informe detalla que alcanzaron US$290.000 millones en Indonesia y US$440.000 millones en Vietnam.
Sudeste asiático emergente
A pesar de este crecimiento, China sigue siendo el principal actor en la producción global y está desempeñando un papel crucial en la transformación de la región. Aunque más fabricantes están trasladando sus operaciones al sudeste asiático, China mantiene su posición dominante, ayudando a facilitar estos cambios y permaneciendo como el mayor productor de la región.
El análisis de los patrones de IED revela una disminución en la inversión en China, que recibió US$13.000 millones en 2023. La cifra representa una reducción del 17% en inversión en nuevas manufacturas desde 2019. En contraste, la inversión extranjera directa en el sudeste asiático ha crecido un 20% en el mismo periodo. Estos cambios reflejan no solo las tensiones geopolíticas, sino también factores económicos post-pandemia. Las empresas están enfocándose en mejorar la resiliencia de sus cadenas de suministro, acercándose más a los mercados de rápido crecimiento en la región.
Tanto China como el sudeste asiático han visto un crecimiento en sus exportaciones a una tasa compuesta anual (CAGR) de aproximadamente 7% entre 2019 y 2023, un aumento considerable en comparación con las tasas de crecimiento de 2% y 1%, respectivamente, en años anteriores. Sin embargo, es importante destacar que, aunque la tasa de crecimiento de las exportaciones es similar, China sigue teniendo un volumen significativamente mayor. En 2023, las exportaciones chinas alcanzaron alrededor de US$3.500 millones, casi el doble de las del sudeste asiático, que fueron de US$1.800 millones.
Potencial
A pesar de este dominio, el sudeste asiático tiene un potencial considerable para crecer en nuevas industrias disruptivas, especialmente en sectores con una demanda creciente por parte de los consumidores locales. Un claro ejemplo de esto es el mercado de vehículos eléctricos (EVs), que está experimentando un rápido crecimiento en la región. Países como Indonesia, Malasia, Tailandia y Vietnam están posicionándose como actores clave en esta transformación, lo que genera oportunidades significativas para las empresas de logística y otros sectores que pueden ofrecer servicios especializados en torno a esta nueva industria.
