El pasado mes de octubre el puertos de EEUU de Long Beach registró un incremento importante en su flujo de carga tanto entrante como saliente. A pesar de que las cifras son notablemente más bajas con respecto al año pasado, lo cierto es que si se compara con los números del mes de agosto, el porcentaje fue elevado. La pandemia por coronavirus ha perjudicado de forma considerable a múltiples industrias, siendo el sector marítimo uno de los principales afectados.
La tasa de envíos y procesos de almacenamiento decayeron abruptamente como consecuencia inmediata de las medidas preventivas. El distanciamiento social ha limitado la movilidad de los trabajadores, e igualmente el cierre de muchas fronteras ha tenido un papel determinante en el rumbo del sector. Oakland y Long Beach son dos de los puertos de la costa Este más influyentes: el primero de ellos, reveló que obtuvo un aumento de poco más del 10% en cargas de salida interanuales.
Por otro lado, Long Beach tuvo su época de mayor interacción comercial en el pasado mes de septiembre: su aumento fue de 11,2% desde agosto y de 14,3% interanual. De igual manera, Los Ángeles es otro de los muelles en los que los números incrementaron. Junto a Long Beach, toda la costa de San Pedro en California ha tenido la posibilidad de recuperarse paulatinamente.
Incremento de flujo de carga beneficia a diversos puertos de EEUU
Al noroeste del país, Seattle y Tacoma también pudieron registrar un mayor volumen de cargas, que en general provenían del extranjero. De tal manera, tuvieron la oportunidad de aprovechar sus espacios de almacenaje, que en muchos casos habían permanecido parcialmente desocupados. Así, no solo el movimiento marino se activó de nuevo, sino también lo hizo la industria logística y de almacenamiento.
En el puerto de Houston en la zona de la Costa del Golfo, aunque de igual forma fue afectado por las complicaciones del año en curso, pudo aumentar sus porcentajes. Los buques de entrada fueron un 14,3% mayor que durante septiembre de 2019, sin embargo, las salidas tuvieron una decaída de 9,7% interanual. Todas las zonas portuarias de Estados Unidos se vieron enfrentadas a números tan dispares si se les compara con épocas anteriores.
Muchas áreas marítimas se han visto en la obligación de cerrar sus labores hasta nuevo aviso, afectando en mayor medida a la situación social actual. Algunos casos como Charleston, Virginia o Prince Rupert no pudieron superar el 6%; pero incluso de esta forma obtuvieron ingresos mayores en relación al primer trimestre de la pandemia. Para continuar ofreciendo sus servicios de manera adecuada, es vital que cada puerto organice estrategias que permitan facilitar el desarrollo de los procesos de almacenaje en cada uno.