Para muchas empresas y sectores, el 2020 fue un año para el olvido. Sin embargo, la logística y la distribución tuvo algunas áreas de crecimiento. Es el caso de Port de Tarragona, que anunció el cierre de su balance con saldos positivos.
La pandemia no afectó a Port de Tarragona
La creciente demanda de productos por usuarios que se encuentran en sus hogares favoreció a la logística. Si bien era una actividad que esperaba un alza en su actividad, la misma se aceleró rápidamente. En este contexto, jugadores importantes del sector de la distribución vieron mejoras. Es el caso de Port de Tarragona. El complejo cerró el año laboral y obtuvo ganancias por 740.000 euros. La explicación rápida es que, si bien hubo restricciones y menor actividad económica, al final de la temporada fue menos de la esperada.
En una primera instancia, con todas las limitaciones, las estadísticas esperaban que la reducción laboral del sector sea del 30%. Sin embargo, con el correr del tiempo, y el incremento del ecommerce, la disminución fue solo del 20%, aproximadamente. Son datos muy alentadores para un área que veía todo oscuro, y termino encontrando más que solo un poco de luz.
Si se miran las estadísticas del balance, aún hay más para destacar. Por ejemplo, en Port de Tarragona hubo una actividad de mercancía que llegó a un total de 27 millones de toneladas. Al desgranar y realizar un detalle, del total hay un aproximado de 19 millones en graneles líquidos; 6,5 en sólidos; 1,5 en cargas generales, y aproximadamente 0,5 en distintas variantes.
Más números del balance de Port de Tarragona
Un aspecto que llamó la atención de los estadistas es que los graneles sólidos sufrieron una reducción en su demanda, o traslado, de hasta un 33%. Los expertos, atribuyen esta merma a la campaña de toda Europa para cuidar el medio ambiente. Un sector que sí tuvo buenos rendimientos fue el de los cereales y las frutas. Por otro lado, los químicos mantuvieron un registro similar a otros años.
En resumen, el balance positivo de Port de Tarragona fue una grata noticia para todos los integrantes de este sector. Sobre todo, por la extensa cantidad de inconvenientes que el sitio ha pasado a lo largo de 2020. En primer lugar, la pandemia y todas las limitaciones comerciales. En segundo, el puerto tuvo que cerrar sus puertas por una semana tras el temporal denominado Gloria. A estos, hay que sumar el parte del polígono químico, el cese técnico de Repsol, la cosecha de cereales que demoró la distribución de los productos, y la desaparición del tráfico del carbón, entre otros obstáculos que pudieron dañar la economía del puerto. Sin embargo, los números fueron favorables. Con un 2021 «liberado» de trabas comerciales, se espera que el balance pueda mejorar.