En el competitivo mundo de las startups, Kiki, una empresa de logística con sede en Cartagena, Colombia, ha estado operando en las sombras, construyendo su modelo de negocio y reinvirtiendo sus propios ingresos. A pesar de no contar con inversionistas institucionales, los fundadores de Kiki están listos para cerrar su segundo año de operaciones con ingresos cercanos a los US$7 millones. En una entrevista exclusiva con Forbes, Camilo Marrugo, CEO de Kiki, revela la historia detrás del éxito de la startup.
Orquestando servicios logísticos: el modelo de Kiki para la última milla
Camilo Marrugo, Beatriz Dager y Katyna Dager, los cerebros detrás de Kiki, inicialmente abandonaron sus empleos para lanzar una firma de capital de riesgo. Sin embargo, su atención cambió cuando Kiki, un proyecto alterno, comenzó a ganar tracción de manera sorprendente. Kiki se posiciona como un orquestador de servicios logísticos, ofreciendo a las empresas de mensajería una gama completa de soluciones, desde almacenamiento hasta recaudo.
Camilo, con una experiencia diversa que incluye liderar una compañía de hosting y servir en el ejército de Estados Unidos, regresó a Colombia para compartir su conocimiento y convertirse en ángel inversionista. Las hermanas Katyna y Beatriz Dager, con antecedentes en el mundo corporativo, decidieron unirse a Camilo en Kiki después de notar la falta de tecnología en las empresas de mensajería con una gran infraestructura.
Redefiniendo la última milla: el enfoque de Kiki en la innovación tecnológica
Kiki tiene como objetivo redefinir la última milla en la cadena logística. La plataforma integra operadores de carga con generadores de carga, proporcionando a los operadores logísticos más carga y a los clientes un servicio especializado, especialmente diseñado para el comercio electrónico. Según Camilo Marrugo, buscan ofrecer servicios que abarcan desde almacenamiento y empaque hasta la entrega de última milla, junto con un call center para clientes internacionales.
Las empresas europeas, asiáticas, estadounidenses y canadienses confían en Kiki para la distribución y recaudo de sus productos. Además, empresas locales en Colombia, México y Perú utilizan la plataforma para mover mensualmente más de 100,000 paquetes. Kiki ha logrado un flujo de caja positivo y un rápido ascenso, pasando de facturar US$271,000 en 2021 a superar los US$6 millones en 2023.
A pesar de su éxito actual, los fundadores de Kiki tienen la mira puesta en el futuro. Planean alcanzar los US$24 millones en ingresos para 2024 y explorar nuevas jurisdicciones. Con el objetivo de llegar al siguiente nivel, la startup buscará un inversionista institucional en 2024 que pueda proporcionar las capacidades necesarias para respaldar su crecimiento. Con una visión clara y un rendimiento excepcional, Kiki demuestra que es posible triunfar sin depender completamente de inversionistas externos en el competitivo mundo de las startups de logística.
