Cataluña ha emergido como el segundo territorio europeo con mayor peso de la industria logística en su PIB, siguiendo de cerca a los Países Bajos, con un 14%, superando el promedio español del 10%. Estos datos, extraídos del ‘Observatorio de la Logística’ de Cimalsa, destacan que Barcelona es centro logístico de renombre a nivel internacional. Un informe titulado ‘El apogeo de Barcelona como Hub Logístico en Europa’, elaborado por evercom, detalla el emplazamiento favorable de la ciudad para la expansión de la industria logística y su destacado papel como centro de emprendimiento e innovación en el continente.
Barcelona es centro logístico: impulso desde el puerto
Es importante resaltar que el Puerto de Barcelona se erige como un pilar esencial para la distribución de mercancías a nivel mundial. En un momento en que el 80% del comercio global depende de los corredores marítimos, este puerto se destaca como uno de los más relevantes en Europa y el Mediterráneo, ocupando el cuarto lugar a nivel mundial. Además de su importancia estratégica, Barcelona se beneficia de un servicio aéreo eficiente a través del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, clave para la industria logística europea.
Cabe mencionar que este aeropuerto no solo ha experimentado un aumento significativo en el transporte de mercancías en la última década, sino que también ha fortalecido las conexiones comerciales internacionales, impulsando los vínculos de la ciudad con Asia, Oriente Medio y Latinoamérica.
Desafíos y oportunidades
Aunque Barcelona disfruta de una posición privilegiada en el sector logístico, también enfrenta desafíos significativos. Por ejemplo, la escasez de suelo logístico y la falta de mano de obra calificada representan obstáculos importantes. Igualmente, la falta de terrenos adecuados se debe, en parte, a la ubicación de la ciudad, mientras que la escasez de trabajadores cualificados es un desafío compartido con el resto de Europa.
Para abordar los desafíos mencionados, se requiere una mayor agilidad y colaboración por parte de la Administración Pública en la concesión de permisos y la reconversión de suelos industriales. Además, es crucial invertir en robotización y automatización para optimizar las operaciones y atraer y retener talento joven.
Finalmente, vale la pena decir que a pesar de los desafíos, Barcelona está bien posicionada para liderar el camino hacia una industria logística más sostenible. La intermodalidad de transporte y la calidad de la infraestructura en España permiten una gestión más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Además, la ciudad ha demostrado ser un imán para la innovación y el emprendimiento, con una creciente comunidad de startups tecnológicas dedicadas al sector logístico. El futuro de Barcelona como centro logístico global depende de su capacidad para abordar los desafíos actuales y aprovechar las oportunidades emergentes, manteniendo un enfoque en la sostenibilidad y la colaboración entre el sector privado y público.
