Las primeras pruebas del robot autónomo para entregas de última milla empezarán el próximo junio. Se trata de un prototipo que desarrolló Carnet y será testeado en Barcelona. Expertos coinciden que uno de los retos para su implementación es el marco legal que requiere.
Robot autónomo para reparto de mercancías
El robot autónomo para las entregas de última milla fue realizado con el EIT Urban Mobility, junto con el centro de innovación Carnet. La fase de prueba piloto, que empezará en junio, se realizará en Esplugues de Llobregat, Barcelona.
Se trata de un coche de seis ruedas que le permiten el tránsito por carretera y por zonas peatonales. Asimismo, su diseño permite que pueda subirse a las aceras cuando sea necesario. Los paquetes de mercancías serán colocados en el interior hueco del robot, que podrán ser distribuidos en un radio de un kilómetro.
Los desarrolladores del proyecto han comentado que su intención es que la paquetería de última milla sea más eficiente y menos contaminante. De hecho, diversos estudios coinciden en que parte importante de la contaminación y la congestión del tráfico en las ciudades es responsabilidad de las entregas de última milla.
El proyecto del robot autónomo para este tipo de entregas recibió el nombre de Logismile. A su vez, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el European Institute of Innovation and Technology (EIT) son los responsables del proyecto. Por su parte, el EIT es una institución de la Unión Europea, fundada en 2008 con el objetivo de hacer frente a los retos del futuro a través de la tecnología. Esto sin depender de tecnologías de otras regiones.
La sede de la división del organismo dedicada a la movilidad, EIT Urban Mobility, está ubicada en Barcelona desde sus inicios en 2019. Entre sus funciones está el financiamiento de proyectos de innovación urbana y el trabajo conjunto con ciudades y entidades supramunicipales.
Mitigar el impacto medio ambiental
El transporte urbano de mercancías representa cerca del 20% del tráfico de las ciudades, el 30% de la ocupación de las calles y el 40% de las emisiones. Por ello, se espera el desarrollo de iniciativas como las del robot autónomo para mitigar el impacto medio ambiental de la actividad.
De esta manera, el robot circulará entre los coches o por zonas peatonales, así como por carretera. Cuenta con un sistema de sensores que permite que esquive personas y otros obstáculos. También puede rehacer la ruta si llegase a encontrar el paso cerrado por alguna calle. Una vez que llegue al usuario, este podrá recoger el paquete de dentro del robot.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 1,35 millones de euros. La fase de pruebas también implica tests en Hamburgo y en Hungría, aunque no detallaron las fechas de las mismas.
