Uno de los grandes interrogantes que tienen las empresas productoras de alimentos es cómo poder adaptarse a un mundo sostenible. En la actualidad, hay ejemplos de compañías que lo han logrado. Está en proceso toda una revolución medioambiental, y se pone en juego más que un modo de exhibir un producto.
El medioambiente, la principal preocupación social
Si algo ha dejado en evidencia la pandemia del COVID19, es la importancia que tiene cuidar al planeta. Por este motivo, la sociedad y empresas están buscando maneras de poder adaptarse a un mundo sostenible. Latinoamérica no es la excepción. Distintas compañías modifican sus formas de empaque para poder brindar un servicio de calidad, sin dejar de lado la salud global.
En este sentido, la industria que mayores inconvenientes tiene es la de los alimentos. Se trata de un área que aún conserva métodos antiguos. Utilizan materiales que no se adaptan a lo que la actualidad demanda. Aunque, esto no se tratará de un impedimento o una traba absoluta. Todas las firmas de este sector están pensando en nuevas maneras de poder vender sus artículos con paquetes sostenibles.
La mirada sobre los alimentos pasa por una preocupación a futuro. De continuar de esta manera, en algunos años o décadas, será un dolor de cabeza para los recursos limitados que tiene el planeta. El sector necesita un cambio brusco. Los expertos aseguran que es un tema complejo y que no se adapta a todos por igual. Hay que buscar maneras de poder saciar las expectativas, pero sin perder la calidad de los productos. En contrapartida, las necesidades sostenibles avanzan rápidamente y se encuentran en constante evolución, dejando a los comestibles aún más atrasados.
Las claves para poder lograr un empaque sostenible en alimentos
Cuando se consulta a los consumidores, la principal preocupación pasa por el empaque de los productos. Ellos demandan un mejor cuidado del medio ambiente. La pregunta sería ¿Cómo hacerlo? Algunas empresas, como Tetra Pak, líder en packaging, da consejos sobre esto. 
En primer lugar, es imperioso usar materiales reciclables. Así se colabora con el medioambiente y no se daña aún más al planeta. El segundo punto, pero no menos importante, es la utilización de carbono neutro. Si se logra distribuir y almacenar de esta forma, el impacto sobre el clima se verá favorecido. Tercero, hay que garantizar que no se desperdiciará el alimento. Un punto de vital importancia, no solo para el planeta, sino para asegurar acceso de calidad a la comida y un desarrollo social óptimo.
Otro aspecto importante es tener un sistema que permita mantener el reciclaje por periodos prolongados. Se necesita mantener esos materiales por tiempos extendidos. Por último, deberá usarse materiales que no contaminen. Como no todos pueden mantenerse por tiempo ilimitado, será vital analizar con precisión cuál es el que no causa efectos adversos.
