La Unión Europea ha puesto en marcha un ambicioso plan para incrementar la fabricación de microchips en su territorio antes de 2030. Esta apuesta estratégica, surgida en respuesta a la dependencia de mercados extranjeros hace dos años, no solo busca asegurar la disponibilidad de componentes esenciales en la tecnología moderna, sino que también tiene un impacto en el sector logístico, generando un nuevo auge en esta industria.
Cabe mencionar que la pandemia aceleró el comercio electrónico y, como resultado, la demanda de microchips aumentó drásticamente. Ahora, la Comisión Europea busca movilizar 43.000 millones de euros en inversiones públicas y privadas para alcanzar el 20% de la producción mundial de semiconductores al final de la década.
Nueva infraestructura logística en la mira: el auge de la fabricación de microchips
Hay que destacar que la estrategia europea de producción de microchips no solo implica la creación de nuevas fábricas, sino también la expansión del sector logístico. En este sentido, la consultora inmobiliaria Savills proyecta que más de 10,8 millones de metros cuadrados de espacio logístico serán necesarios en los próximos siete años para dar cabida al aumento de la producción.
Asimismo, la demanda sostenida de microchips a largo plazo llevará a las empresas a expandir su capacidad de producción y logística, lo que a su vez impulsará el crecimiento de la infraestructura de almacenamiento y distribución. La industria prevé que países como España, Irlanda, Alemania, Italia y Polonia se beneficiarán de este auge logístico.
Europa en el camino hacia la independencia tecnológica
Al respecto, hay que decir que la pandemia y diversas contingencias previas obstaculizaron la fabricación de semiconductores, revelando la vulnerabilidad de Europa ante la falta de disponibilidad de estos componentes clave. Sin embargo, la situación ha cambiado y Europa está decidida a ganar relevancia en el mercado mundial de microchips. El auge previsto en tecnologías como inteligencia artificial, vehículos eléctricos, computación en la nube y automatización aumentará aún más la demanda de microchips, lo que respaldará el crecimiento de la producción y, por ende, la infraestructura logística.
En ese orden de ideas, la consultora Savills prevé que si la industria de semiconductores mantiene su ritmo de crecimiento y la facturación europea alcanza los objetivos de la UE, este sector podría representar hasta el 4,2% de los ingresos por fabricación en 2030. Esto podría crear 1,6 millones de puestos de trabajo adicionales, impulsando tanto el empleo directo como indirecto, y generando una demanda adicional de 4,2 millones de metros cuadrados de espacio logístico.
Finalmente, vale la pena decir que en España, el Gobierno ha tomado medidas para aprovechar este impulso tecnológico, como el programa Perte Chip con una inversión de más de 12.000 millones de euros.
