En medio de una crisis financiera, la región latinoamericana afronta otro enemigo: la naturaleza. El Río Paraná se encuentra con un caudal muy bajo de agua y produce que sea un obstáculo para muchas terminales logísticas, sobre todo en el campo marítimo.
Los puertos de Latinoamérica ante un momento difícil
Según las estadísticas entregadas, la región afronta uno de los momentos más duros de su historia. Esta sequía del Río Paraná, representa el nivel más ínfimo recordado. La última vez que se tuvo un registro de este tipo fue en la década del 40, pero la falta de agua y lluvias en esta zona es mayor a la de aquel entonces. Por este motivo, una cantidad grande de barcos tuvo que disminuir sus cargas, para evitar riesgos de encallamiento. 
Desde el sector dirigencial de la logística, y también por parte de las autoridades nacionales, están preocupados por esta situación. Sobre todo, porque puertos como el del Gran Rosario, ya atravesaban una crisis con anterioridad, y se suma el factor climático. Los especialistas afirman que se trata del tercer año consecutivo en que se padecen las faltas de lluvia, pero es la peor temporada por el bajo nivel que hay en el río. Para el sector, la imposibilidad de poder operar con normalidad, o la exigencia de poder hacerlo con formas reducidas, genera pérdidas millonarias.
Números que preocupan a cualquiera del sector logístico
Según los datos analizados, la zona del puerto del Gran Rosario, está en un nivel de agua de 0.2 metros. Es el peor registro desde 1944. Si se toma junio de 2020, la altura que se tenía era de un metro, y de 4.49 metros en el año 2019.
En este contexto, lejos de mostrar mejoras, el futuro trae más preocupaciones. No se esperan grandes lluvias y la demanda de agua crece. Seguramente se verán afectados los recursos hídricos y las empresas de logísticas padecerán pérdidas aún peores que las de ahora. 
Uno de los factores decisivos para que este fenómeno ocurra es la falta de lluvia en el inicio de la Cuenca del Paraná. Esta zona de Brasil sufre largas sequías y se traducen a todo el largo del Río Paraná y el Río Paraguay. Por otro lado, aunque la sequía se inició en 2019, fue en 2020 donde se sintió con mayor fuerza. Por eso, países como Argentina y Brasil vieron su producción logística afectada.
Así, los que más sufren esta situación son las agroexportadoras. Desde el puerto de Rosario sale el 80% de los buques. Por esta razón, tienen que partir desde otro lugar y con menor carga de lo deseado. Muchas empresas, deciden terminar su carga en Bahía Blanca o Quequén.
