La cadena danesa Flying Tiger ha alcanzado notoriedad en España con más de 900 tiendas ofreciendo una variedad de gadgets y objetos para el hogar a precios asequibles. Su éxito radica en su capacidad para diseñar y producir productos en Asia, luego importarlos y distribuirlos eficientemente en Europa. Con presencia en 27 mercados de tres continentes, la logística de Flying Tiger se enfrenta a desafíos significativos.
Desde Asia a Europa: seis almacenes estratégicos para la distribución global
Cabe mencionar que Flying Tiger gestiona seis almacenes estratégicos para facilitar la distribución global de sus productos. Tres de estos almacenes están ubicados en Asia, específicamente en Shanghai (China), Shimizu (Japón) e Incheon (Corea del Sur). Los otros tres se encuentran en territorio europeo: Copenhague (Dinamarca), Raunds (Reino Unido) y Barcelona (España). Esta infraestructura logística es esencial para coordinar el flujo eficiente de más de 333 millones de artículos anualmente hacia las 900 tiendas en todo el mundo.
Desde estos puntos neurálgicos, la mercancía viaja por tierra o mar hasta llegar a las tiendas. Es notable el papel fundamental de Barcelona, que no solo sirve como punto de entrada para los productos en Europa, sino que también abastece a los 83 establecimientos de la cadena en España desde 2008.
Cadena de suministro flexible y escalable: el motor del crecimiento de Flying Tiger
Es importante resaltar que Flying Tiger atribuye su rápido crecimiento a un modelo de cadena de suministro que es tanto flexible como escalable. La compañía invierte significativamente en fortalecer su organización y procesos empresariales. Un ejemplo es la automatización de uno de sus principales almacenes en el norte de Europa, que atiende a la mitad de las tiendas de la cadena. Esta modernización, implementada en 2019, integra soluciones de automatización del almacén junto con operaciones manuales, optimizando la eficiencia y permitiendo un manejo más rápido de los productos.
Desde este centro automatizado, la compañía gestiona gran parte de su comercio electrónico, rutas de distribución y carga. Este enfoque centralizado proporciona una trazabilidad completa, asegurando que los productos sean seguidos desde el almacén hasta las tiendas. La empresa demuestra así una capacidad excepcional para adaptarse a las demandas del mercado mediante inversiones estratégicas en infraestructura tecnológica.
Por otra parte, recientemente, la empresa ha firmado un contrato de colaboración con Maersk, la empresa de transporte marítimo, con el objetivo de trasladar toda su carga en buques propulsados por combustibles verdes. Esta medida busca reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas con el transporte marítimo, evidenciando un compromiso ambiental de la compañía danesa. Este paso estratégico resalta la importancia de la sostenibilidad en la cadena de suministro global de Flying Tiger.
Finalmente hay que decir que la empresa tiene la vista puesta en la expansión de su modelo de negocio a mercados prometedores. Se destacan nuevos destinos en Oriente Medio, como Kuwait, Bahréin y Qatar, y en Asia, con la entrada planeada en Indonesia y Filipinas.
