Con la puesta en operaciones de dos drones, las autoridades estiman reforzar la seguridad portuaria de Tarragona. Informaron que el proyecto entrará a licitación durante este mes. A su vez, estiman que para finales de este año podría estar adjudicado.
Seguridad portuaria con drones
La seguridad portuaria del enclave catalán entrará en una etapa de reforzamiento con la puesta en marcha del sistema proyectado. Se trata de la utilización de vuelos no tripulados de drones. Los mismos contarán con tecnología de última generación.
A su vez, la puesta en funcionamiento del proyecto permitirá aumentar la vigilancia, la seguridad y la prevención. También estiman que aportará en cuanto a la lucha contra la contaminación, así como para el control de las emergencias. En general, los drones son una apuesta del puerto como herramienta para mejorar la seguridad.
Asimismo, estiman que se podrán mejorar las actuaciones preventivas. Sumado a ello, mejorará la gestión y toma de decisiones en emergencias o durante episodios de contaminación ambiental o de la lámina de agua del espacio de dominio público portuario.
Fuentes del puerto aseguraron que la licitación saldrá durante este mes de septiembre. Si todo sale según lo planeado por el puerto, la compra será adjudicada antes de que termine el 2022.
El desarrollo del proyecto está siendo realizado en colaboración con los Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica (Senasa). Se trata de la organización estadal competente en este tipo de proyectos.
Implementación en tres fases
Se pudo conocer que la implementación de los vuelos con drones está dividida en tres etapas. La primera de las mismas consiste en la zonificación del espacio de dominio público. Esto permitirá definir las áreas de riesgo, así como establecer los requisitos mínimos de seguridad que se relacionen con los vuelos de los dispositivos. También durante esta primera fase del proyecto se establecerán los procedimientos administrativos para los vuelos de terceros dentro del puerto.
La segunda fase del proyecto consiste en la definición de los distintos usos de los drones. La autoridad portuaria definirá dichos usos en función del marco regulador existente en el enclave. De hecho, ha establecido como prioritarias las funciones de vigilancia y seguridad de las zonas comunes y la vigilancia perimetral. Luego está la prevención de la contaminación marítima. De tercera prioridad, la prevención y control de emergencias.
La tercera y última fase del proyecto consiste en la elaboración de los manuales de seguridad operacional, así como los estudios de seguridad aeronáutica. También esta fase implica la formación del recurso humano propio que operará los drones.
Autoridades revelaron que esta última fase se culminará a finales de este año. La formación del recurso humano está prevista a culminar durante los primeros meses de 2023.