Barcelona ha dado un paso firme para consolidarse como la capital global de la economía azul, un sector que busca aprovechar los recursos marinos de manera sostenible y responsable. La sexta edición de Smart Ports: Piers of the Future, que se celebró en la ciudad catalana a principios de noviembre, reunió a expertos y responsables portuarios de todo el mundo para debatir sobre la evolución del sector y las oportunidades que ofrecen los océanos. Este evento, que forma parte del Tomorrow.Blue Economy, se ha convertido en una cita clave para discutir sobre el futuro de los puertos, la innovación tecnológica y la sostenibilidad, pilares fundamentales de la economía azul.
Smart Ports: Piers of the Future: un evento con impacto global
El encuentro se se enmarca dentro del Smart City Expo World Congress (SCEWC), un congreso de referencia mundial sobre las ciudades del futuro. Bajo el lema “Creating ports that inspire” -Creando puertos que inspiran-, Smart Ports: Piers of the Future reunió a puertos de todo el mundo, como Amberes-Brujas, Busan, Göteborg, Hamburgo, Los Ángeles y Róterdam, así como a puertos invitados de lugares tan lejanos como Shanghai, Ningbo, Seattle y Quebec. La ciudad de Barcelona se consolidó como la anfitriona de este evento clave para la economía marítima, que promueve la innovación y la sostenibilidad en los puertos del futuro.
Este evento es una muestra clara del liderazgo de Barcelona en el ámbito de la economía azul, un sector que ha ganado relevancia en los últimos años debido a su potencial para impulsar el desarrollo económico de manera respetuosa con el medio ambiente. La economía azul, que abarca actividades como la pesca sostenible, la biotecnología marina, las energías renovables marinas y el transporte marítimo, se ha convertido en un motor clave para el crecimiento de las ciudades portuarias del siglo XXI.
Innovación y sostenibilidad como ejes del futuro
Uno de los principales temas de discusión del Smart Ports: Piers of the Future fue el papel de la innovación en la transformación de los puertos. En el contexto de un mundo cada vez más interconectado y con una creciente presión por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los puertos deben adaptarse a nuevos modelos de negocio que prioricen la sostenibilidad y la economía circular.
Durante el evento, se destacaron varias iniciativas innovadoras que están transformando los puertos de cara al futuro. Los avances en la digitalización, la automatización de procesos y la integración de startups tecnológicas en el ámbito portuario fueron temas recurrentes. Los puertos están apostando por la implementación de tecnologías disruptivas que permitan optimizar la gestión de los recursos, reducir la huella de carbono y mejorar la eficiencia de las operaciones. En este sentido, las tecnologías como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y los sensores inteligentes están jugando un papel crucial.
El Puerto de Barcelona, uno de los anfitriones del evento, fue un claro ejemplo de cómo los puertos pueden convertirse en centros de innovación. La ciudad ha invertido en la creación de espacios como el Parque de Tecnología Marítima y el BlueTechPort, destinados a la investigación y desarrollo de soluciones tecnológicas para la economía azul. Estas iniciativas están posicionando a Barcelona como un hub global para la innovación marítima.
Otro de los grandes retos que se abordaron en este congreso fue la transición energética hacia fuentes de energía renovables, como la energía eólica y solar. La economía azul no solo busca aprovechar los recursos del mar de manera responsable, sino también generar nuevas fuentes de energía limpia que contribuyan a la lucha contra el cambio climático.
Referente global en la economía azul
El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, destacó en su intervención durante el Smart Ports: Piers of the Future, el potencial de la ciudad para convertirse en un hub de innovación y sostenibilidad a nivel global. Según Salvadó, la combinación de talento, infraestructuras de vanguardia y una fuerte apuesta por la colaboración internacional convierte al puerto catalán en una plataforma única para impulsar la economía azul.
En este sentido, la ciudad de Barcelona ha demostrado un fuerte compromiso con la sostenibilidad, tal como lo evidencian las inversiones estratégicas anunciadas por el alcalde de la ciudad. La reciente inversión de 142 millones de euros en proyectos como el centro Barcelona Mar de Ciencia o el BlueTechPort refuerzan la visión de Barcelona como un líder en el desarrollo de la economía azul. Estos proyectos están destinados a fortalecer la capacidad de la ciudad para generar soluciones innovadoras que aprovechen los recursos marinos de manera responsable.
Por otro lado, la colaboración con el World Ocean Council (WOC) y la inclusión del congreso Tomorrow.Blue Economy en el Smart City Expo World Congress muestran el esfuerzo de la ciudad por posicionarse como una referencia en la transición verde de las ciudades. Según Ugo Valenti, director del congreso, este tipo de eventos son fundamentales para reflexionar sobre la gestión de los océanos y las grandes oportunidades que ofrecen si se cuidan adecuadamente.
Un sector con grandes oportunidades
La economía azul no solo es un motor de innovación, sino también una fuente significativa de riqueza y empleo. Según datos de las Naciones Unidas, la economía azul aporta más de 1,5 billones de dólares de valor añadido a la economía mundial y genera más de 30 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. En Europa, este sector representa más del 1,6% del PIB, según el informe EU Blue Economy Report. Además, la pesca, el turismo marítimo y la biotecnología marina juegan un papel clave en el abastecimiento de proteínas a más de 3.000 millones de personas.
Estos números reflejan la importancia de este sector, que se ha convertido en una de las principales fuentes de crecimiento y desarrollo para muchas ciudades portuarias, entre ellas Barcelona. El Smart Ports: Piers of the Future y el Tomorrow.Blue Economy han sido, sin duda, una plataforma para dar visibilidad a las oportunidades que ofrece este ecosistema marino y la necesidad de gestionarlo de manera sostenible.