En un mundo cada vez más interconectado, el transporte internacional de carga se enfrenta a desafíos sin precedentes. Desde las rutas aéreas hasta los envíos marítimos, los bienes que cruzan el mundo son más vulnerables que nunca. Factores como el cambio climático, el aumento en la sofisticación de los robos y los conflictos regionales han puesto en jaque a las cadenas logísticas globales. Este artículo explora las amenazas actuales a la estabilidad logística y cómo las empresas buscan mitigar estos riesgos.
Los riesgos crecientes en el transporte multimodal
El transporte multimodal ha ganado popularidad, especialmente en regiones como América y Asia. Sin embargo, cada transición entre modos de transporte representa un punto de riesgo crucial. Durante los últimos años, la congestión en puertos alternativos y fenómenos climáticos extremos han demostrado lo frágil que puede ser una cadena logística intermodal. Un cierre de puerto o una tormenta inesperada en el Atlántico pueden desencadenar un caos logístico en toda una región.
Un informe de Allianz Commercial destaca que los incidentes marítimos aumentaron un 10 % en 2024, con las fallas mecánicas, colisiones y fuegos a bordo como las principales causas. Aunque las pérdidas totales de buques disminuyeron, los daños parciales continúan al alza. Este escenario obliga a las empresas a ser más proactivas en la protección de sus activos y replantear sus estrategias operativas.
Robos de carga: un fenómeno que no cesa
En Latinoamérica, el transporte terrestre es un área especialmente vulnerable. Según el informe de TT Club & BSI Consulting, el 76 % de los robos de carga en la región ocurren en la carretera. Con un incremento global del 27 % en los robos terrestres entre 2023 y 2024, proteger los envíos se convierte en una prioridad. La suplantación de identidad y el fraude documental son algunas de las estrategias más empleadas por los ladrones, quienes han encontrado en las zonas de transferencia oportunidades ideales para sus delitos.
Esta problemática evidencia la necesidad de implementar estrategias de seguridad más robustas. Empresas como DHL Global Forwarding han propuesto soluciones como el mapeo de riesgos a lo largo de todo el trayecto de la carga, identificando puntos críticos de exposición y revisando responsabilidades contractuales para asegurar una cobertura adecuada.
Impacto del cambio climático en las operaciones aéreas
No cabe duda de que el cambio climático impacta al transporte aéreo. Las variantes meteorológicas, como tormentas eléctricas y vientos cruzados, son cada vez más comunes y ponen en jaque la puntualidad y seguridad de los envíos aéreos. Con más de 500 incidentes operativos en vuelos de carga reportados en 2024, las compañías aéreas deben ser innovadoras al planificar sus rutas para evitar factores climáticos adversos.
La eficiencia en logística aérea no solo requiere tecnología avanzada para el monitoreo en tiempo real, sino también una coordinación excepcional entre los operadores de vuelo y los equipos terrestres.
Estrategias para mitigar riesgos
Frente a este panorama, las empresas buscan estrategias de mitigación que permitan gestionar los riesgos de manera efectiva. Programas como el de Protección al Valor de la Carga de DHL Global Forwarding ofrecen una solución innovadora al permitir a las empresas proteger el valor total de la carga frente a pérdidas multimodales. Este programa no solo ofrece la posibilidad de recuperar el valor total en caso de un siniestro, sino que también incluye el reembolso de algunos gastos asociados al envío.
Alejandro Bachs, representante de DHL en Colombia, explica que la gestión de riesgos debe ser una prioridad estratégica, especialmente en un escenario donde un retraso o un robo pueden tener consecuencias financieras significativas. Tomar medidas preventivas es esencial para garantizar la estabilidad financiera y operativa de las empresas.
Conclusión: un futuro lleno de desafíos
El transporte internacional de carga es una columna vertebral del comercio global, pero enfrenta un futuro lleno de desafíos complejos. En un mercado donde las interrupciones son cada vez más frecuentes y costosas, las compañías deben buscar soluciones integrales que combinen seguridad, prevención logística y respaldo financiero. Solo así podrán sostenerse en un entorno en constante evolución y asegurar que sus operaciones fluyan sin contratiempos.
En resumen, la clave está en la prevención, la implementación de tecnologías avanzadas y el desarrollo de programas de protección que respalden el valor total de la carga. El futuro del transporte internacional depende de cuán bien las empresas se adapten y anticipen estos nuevos desafíos.
