Expertos del sector aseguraron que el reparto modal es un indicador crucial en los sistemas de transporte, pero en México, dista de ser eficiente. Detallaron que la falta de eficiencia ocurre tanto desde el punto de vista económico como social y ambiental. Esto fue detallado por Eric Moreno, Investigador Especialista en Modelos de Transporte Carretero y Ruteo de la Coordinación de Transporte Integrado y Logística del Instituto Mexicano del Transporte (IMT). El investigador presentó su estudio durante un seminario titulado «El reparto modal de carga terrestre en México ante el Covid-19».
Reparto modal ineficiente
En colaboración con Moreno, Gabriela García, también investigadora del IMT, presentó un trabajo que se incluyó en la publicación bimestral externa del instituto. El informe destaca que, a pesar de las ventajas energéticas y ambientales del ferrocarril, no han sido suficientes para motivar un mayor traslado de carga del autotransporte al ferrocarril.
En medio de la crisis generada por la pandemia de Covid-19, se exploró el impacto de los cambios en las prácticas operativas del transporte carretero y ferroviario. A pesar de las ventajas técnicas, económicas y ambientales del ferrocarril sobre el autotransporte, no ha habido un aumento significativo en la participación del ferrocarril en el transporte terrestre de carga.
Encuesta
Los investigadores desarrollaron una encuesta con una serie de preguntas realizadas a representantes del sector modal. Las primeras dos preguntas de la encuesta revelaron que el 35% eran autotransportistas, el 31% operadores logísticos, el 23% dueños de carga y el 11% otros. Respecto al tipo de transporte utilizado, el 72% indicó utilizar camión, el 23% intermodal y el 4% ferrocarril. En cuanto al impacto de la pandemia, el 94% informó sobre los siguientes problemas. El 21% experimentó una reducción de viajes, el 21% enfrentó insuficiencia de equipos, el 16% tuvo dificultades por escasez de operadores y también un 16% observó una disminución en el uso de su flota. El 15% reportó una reducción en la facturación, mientras que el 5% experimentó una reducción en la capacidad utilizada de sus unidades.
En cuanto a las estrategias empleadas para enfrentar la crisis, el 27% optó por consolidar cargas con otras empresas, mientras que apenas un 14% comenzó a utilizar el transporte intermodal. Un 9% cambió del autotransporte al ferrocarril y un 5% cambió del ferrocarril al autotransporte.
Cambios logísticos derivados de la pandemia
La pregunta abierta sobre el cambio más significativo realizado o observado en materia logística durante 2020 recibió respuestas variadas, clasificadas según los subgrupos más relevantes de participantes: autotransportistas, dueños de carga y operadores logísticos.
Los autotransportistas mencionaron la escasez de trabajo como un cambio que impulsó alianzas comerciales más sólidas y una programación más estricta de cargas y descargas. Esta reprogramación, en algunos casos, resultó en más tiempo de descanso para los operadores, aprovechando la flexibilidad de los clientes. Además, algunos señalaron el uso de envíos consolidados con otras empresas para reducir costos. La escasez de carga (hasta un 50% menos) motivó la reprogramación de viajes y operadores.