La empresa mexicana de petróleo Pemex se enfrenta a problemas de almacenaje por exceso de mercancía. Esto debido a que la pandemia ha perjudicado considerablemente el comercio de crudo. La petrolera estatal de México, además de buscar alternativas para optimizar su almacenamiento, también intenta lidiar con la caída abrupta de precios.
A pesar de que cuentan con una capacidad un poco amplia en comparación a otras pequeñas empresas, es necesario que sea mejorada para poder ofrecer un buen servicio. Reuters, la agencia de noticias británica, ha informado que Pemex se ha visto obligada a reducir el tiempo laboral de sus trabajadores de forma organizada. Esto ha facilitado la logística en momentos de crisis, a través de turnos con pocos empleados, muchos de ellos laborando desde la comodidad de su hogar.
Desde el inicio de la pandemia, el barril de petróleo bajó de 60 dólares a 10 dólares en menos de un mes. Es por ello que para la industria en general, exportar o importar petróleo no representa un problema grande. El verdadero reto yace en la poca capacidad con la que cuenta cada depósito.
El almacenaje de Pemex debe ser una prioridad
Estados Unidos exporta al país latino al menos 800 millones de barriles por año, cerca del Golfo de México. Es por este motivo que Pemex debe renovar y expandir su disposición de almacenamiento y considerarlo como una prioridad. De esta forma también se le estaría posibilitando a los proveedores anticiparse para el momento en que los precios suban nuevamente. Es una ventaja que permite recuperar pérdidas en poco tiempo.
Muchas otras compañías similares o asociadas están optando por medios alternativos de almacenaje. Un ejemplo de ello son los buques petroleros que han sido apartados para guardar la mercancía en altamar. Pese a que hasta los momentos se ha considerado un método eficiente, también se debe tener en cuenta que es un peligro potencial para el ecosistema marino.
Pemex no cuenta con otro tipo de almacenamiento fuera de sus bodegas, ni en tierra ni en camiones cisterna. Incluso enfrentándose al poco espacio con el que cuentan actualmente, la petrolera ha decidido no disminuir la cantidad de producción. Esto ha alertado a diversos especialistas mexicanos, ya que mantener el mismo rumbo significará un colapso total de la empresa. Por otro lado, en caso de no contar con almacenes adecuados para el petróleo y sus derivados, Pemex deberá solicitar ayuda al gobierno estatal.
Esto pone en desventaja a la comercializadora, ya que ha sido la única en decidir no recortar gastos. Según Arturo Carranza, consultor energético independiente, es necesario que se tomen pronto decisiones importantes. Para evitar problemas mayores, deben bajar la producción o modernizar e incrementar los centros de almacenaje.