Debido al Covid-19, la economía y la logística británica están cada vez más cerca de un colapso. El primer ministro de Inglaterra, Boris Johnson, a principios de 2020 predijo que se avecinaba una “época dorada” para Reino Unido (RU). Dicha etapa de abundancia sería después de la salida de la Unión Europea (UE), también conocido como “brexit”. Sin embargo, la pandemia ha perjudicado a la mayoría de los sectores económicos a nivel mundial.
Por este motivo, las preocupaciones sobre cómo se desarrollará el sector industrial aumentan. La inquietud ha estado presente desde hace cuatro años, en especial por parte de la industria logística. Dado que el “brexit” está cada vez más cercano, el panorama sobre el movimiento de mercancía entre Reino Unido y el resto de Europa se complica. Las empresas dedicadas a la logística y la carga son partidarias de que el periodo de transición al que se están enfrentando sea extendido.
De esta manera, tendrían más tiempo de organizar y planificar mejor los procesos de distribución. Una vez confirmada su salida de la UE, Boris Johnson aseguró que se firmaría un tratado de libre comercio con dicha comunidad. A pesar de sus palabras, es difícil ignorar el hecho de que el gobierno británico ha estado dos años definiendo cómo serán las relaciones entre ellos y la UE.
Europa rehúsa firmar contratos con empresas de logística británica
Ante la incertidumbre de las futuras interacciones entre la UE y el RU, múltiples compañías europeas prefieren no firmar contratos con ellos. Las empresas de logística han sido las más afectadas, pues han concretado muy pocos convenios después del 31 de diciembre de 2020. Esto se debe a que las dudas sobre el vínculo que habrá luego de la separación no es el único motivo de recelo. Asimismo, existen todavía muchos otros aspectos que no han sido definidos.
Entre los problemas más resaltantes se encuentra el traslado de productos perecederos. Ese tipo de mercancía necesita llegar a su destino más rápido que otros artículos, siendo la frontera por tierra con Bélgica una de las más frecuentes. Transportistas como Dan Van Der Knaap, dedicado al comercio en el mercado de flores, advierte que necesitan respuestas. Aunque han insistido, nadie ha podido responder.
Por otra parte, Natalie Chapman, co-fundadora de Logistics UK, explicó que los sistemas aduaneros supondrán un impedimento para las empresas después de la fecha estimada. Además de eso, los problemas logísticos internos de cada empresa siguen sin resolverse. Los sistemas informáticos no están actualizados y los transportistas no están conformes. Si se produjera una huelga por parte del gremio, el colapso sería una realidad. “Es importante que se resuelvan pronto las interrogantes y se les dé una solución óptima”, concluye Chapman.