Las consecuencias de la pandemia por la Covid19 todavía se hacen sentir en diversos sectores del panorama mundial. En el caso de la logística, si bien en 2022 la tendencia fue hacia la estabilización de los procesos, los especialistas indican que en 2023 resultará más complicado realizar proyecciones. Esto porque la economía en general está atravesando un momento complicado, tanto por la finalización de la pandemia como por la crisis por la guerra entre Rusia y Ucrania. Son factores que de una u otra manera afectan al poder adquisitivo de los usuarios, impactando en la logística.
Poder adquisitivo y pandemia Covid19
La pandemia por la Covid19 trajo consigo un crecimiento del comercio electrónico y alza del poder adquisitivo por las mismas restricciones impuestas. A pesar de que la economía presentó una recesión durante 2020, el comercio electrónico permitió un respiro que a su vez, impactó en la logística de manera positiva. El poder adquisitivo de los usuarios permitió que la logística pudiera experimentar un crecimiento sostenido hasta la mitad de 2022.
De hecho, estadísticas revelan que en los últimos meses de este año se han experimentado caídas en los fletes marítimos. Otros estudios revelan que las familias recortaron el gasto de las compras navideñas. Sin embargo, el gasto promedio de los hogares estimado superaría un 14% al de 2019.
Moderación en los fletes
Los costos de los fletes marítimos alcanzaron durante los últimos dos años valores que han encarecido el costo del transporte. Pero el estancamiento de la demanda también ha generado que los precios hayan bajado en los últimos meses.
El World Container Index reveló una bajada del 7% en la segunda semana de noviembre. Se trata de la 38 semana consecutiva en la que se registra descenso en los valores de los fletes. De hecho, la contracción en los valores es de hasta un 72% respecto a 2021.
Por otra parte, la congestión de los principales puertos internacionales se ha normalizado durante 2022. A su vez, estiman que para 2023 esta tendencia continuará.
Asimismo, la flota ociosa ha venido en aumento desde el último año. Muestra de esto es que en septiembre de 2022, la flota ociosa fue de 76 buques. Pero en octubre de este mismo año dicha ociosa fue de cien buques. Esto representa un total de 45 mil 681 TEUs, un total del 1,8% de la flota activa.
Por otra parte, el contexto mundial apunta a un estancamiento de la demanda. Sumado a ello, durante 2023 se entregarán nuevos pedidos de contenedores. De acuerdo a un estudio de Alphaliner, la cantidad de contenedores llevará al sector a un exceso de la capacidad estructural. Los pedidos llevarán a que la capacidad del sector será de siete millones de TEUs.
Otro factor a tomar en cuenta son las acciones que planea llevar el Banco Central Europeo para contener la inflación y mantener la estabilidad de precios. Esto permitirá una mayor estabilidad.
