La tecnología se adueñó de gran parte de la economía. El almacenaje no es la excepción. Por eso, existe un gran deseo en el próximo desafío a afrontar: ver las maneras de incorporar drones para las etapas de distribución.
Una fantasía con sustento
Aunque parezca un plan descabellado de algún bohemio que se encuentra sentado en el banco de una plaza, lejos está de serlo. Las grandes compañías comienzan a estudiar las maneras de incorporar drones a sus filas. En Cataluña, y Europa en general, la idea deambula por cada una de las mentes que se dedican a implementar nuevas tendencias en el sector.
Se trata de un desafío muy grande por varios motivos. En primer lugar, habrá que renovar y optimizar a la perfección cada uno de los procesos utilizados hasta el momento. En segundo, hay que ver si es seguro y factible la posibilidad de poder entregar mercadería, a la distancia y por el aire, sin riesgo alguno. Aunque, a la vez, sería una manera colosal de reducir costes a futuro. Es una inversión grande al principio, que se amortiza en muy poco tiempo.
No hace falta decir que la tecnología ya es parte del presente. No existe actividad en el mundo que no esté alcanzada por algún dispositivo o aplicación, de forma directa o indirecta. No reconocerlo, sería descabellado. Ante esta tendencia avasalladora, las grandes compañías no ven con malos ojos la posibilidad de utilizar drones con fines productivos- comerciales.
En primera instancia, estos equipos serían para ordenar y clasificar los productos almacenados. En parte, es la etapa más práctica y simple. Aunque, requiere de mucha sincronización. Sin embargo, lo que mayor presión somete en el ideario colectivo es la posibilidad de poder realizar las entregas por aire, a clientes que se encuentren en distintos puntos de la ciudad.
La logística de última milla ante una posibilidad revolucionaria
La incorporación de drones no sólo es una posibilidad de mejora para el sector almacenaje. Para la logística de última milla, sería una jugada estratégica sin antecedentes. La industria se encuentra ante un momento totalmente único e irrepetible. Puede ser quien marque el camino y sea un modelo a seguir no solo en Europa, sino en todo el planeta.
Si a cualquier ciudadano se le pregunta cuántas veces ha recibido paquetes por este medio, seguramente la respuesta sea nunca. Por esta razón, es un acontecimiento que, de realizarse, marcaría precedentes.
Del mismo modo, poder tener drones en la etapa productiva y logística significaría menores costes y tiempos de entrega superiores a los actuales. Si la idea, no tan vaga, que circula por las principales mentes maestras de este sector, logran imponerse, muy pronto tendremos un sistema de almacenaje y logística totalmente revolucionario.