El Puerto de Barcelona, en colaboración con la Dirección General de la Marina Mercante, ha comenzado una innovadora prueba piloto para controlar las emisiones contaminantes de los barcos mediante el uso de drones. Se trata de un dron que controla la contaminación con medidas. De hecho, el aparato está dotado de cámaras y sensores de gases que miden los niveles de óxidos de azufre y dióxido de nitrógeno que emiten las embarcaciones. Este proyecto, que se extenderá durante cinco meses, representa un esfuerzo pionero en la vigilancia ambiental portuaria y también incluye la supervisión de posibles vertidos en las aguas del puerto.
Dron que controla la contaminación
El dron utilizado en esta iniciativa ha sido provisto por la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA). Equipado con cámaras y sensores avanzados, el dron es capaz de medir con precisión los niveles de óxidos de azufre (SOx) y dióxido de nitrógeno (NOx) emitidos por los barcos. Esta tecnología permite obtener datos reales sobre la contaminación que generan las embarcaciones. Estiman que así se mejoran significativamente las estimaciones previas que se basaban en cálculos teóricos.
El Puerto de Barcelona es responsable de seleccionar los barcos a monitorizar y de supervisar todas las operaciones del dron. También es responsable de analizar los resultados obtenidos de las mediciones. Esta recopilación de datos permitirá mejorar las estrategias y medidas destinadas a reducir las emisiones en el puerto. A su vez, contribuye a una mejor calidad del aire en la zona portuaria y sus alrededores.
El dron utilizado en esta prueba tiene la capacidad de volar durante cuatro horas al día, cubriendo un rango de hasta 10 kilómetros. El dron está equipado con sensores y cámaras que operan en rangos espectrales ópticos e infrarrojos. Es capaz de detectar de manera eficiente los gases emitidos por las chimeneas de los barcos. Esta tecnología se aplica tanto a las embarcaciones que están atracadas o fondeadas en el puerto como a las que se encuentran en tránsito o realizando maniobras en las inmediaciones.
En caso de que el dron detecte algún incumplimiento en la normativa de emisiones, Capitanía Marítima lleva a cabo una inspección a bordo del barco infractor. Durante esta inspección, se toman muestras del combustible en uso para analizar sus niveles de azufre. Si se confirma que los niveles superan los límites permitidos, se inicia un expediente sancionador contra los responsables de la embarcación.
Integración con sistemas europeos de control
Los datos recopilados por el dron se registran en el sistema EMSA Thetis-EU. Esta es una plataforma diseñada para el seguimiento de las inspecciones de barcos bajo la normativa europea. El sistema permite que otros Estados miembros de la Unión Europea accedan a la información sobre barcos que utilizan combustibles no permitidos. La intención es facilitar una mayor coordinación y cumplimiento de las regulaciones ambientales a nivel continental.