El pasado 8 de noviembre se registró en una de las zonas costeras de almacenaje de China un nuevo caso de Covid-19. La potencia asiática logró reducir considerablemente el número de contagiados, casi llegando al punto de eliminar por completo el nivel de infectados en todo el territorio nacional.
Sin embargo, a pesar de que se han seguido todas las medidas de bioseguridad pertinentes, lo cierto es que en el municipio de Tianjin se dio a conocer un nuevo caso. El afectado labora en un centro de almacenamiento en frío ubicado al norte del país.
Al empleado se le aisló una vez que su caso fue confirmado y se lo hospitalizó para que recibiera la atención médica pertinente lo más pronto posible en uno de los centros médicos delegados. Aunque este no es el único caso, ya que en fechas recientes en la sede de Almacenamiento en Frío de Hailian otro trabajador fue diagnosticado. Hasta los momentos se han realizado estudios a todos los empleados de ambas plantas pero han dado negativo, por lo que todavía buscan cuál es el origen del nuevo brote.
Asimismo, se han extraído muestras ambientales para detectar la fuente. Hasta los momentos no hay ningún elemento sospechoso, pero no descartan que se haya transmitido por medio de algún producto extranjero con el que hayan estado en contacto. Para determinar la fuente, las pruebas se realizan con ácido nucléico, según se informó a través de los medios locales. Es por ello que el Gobierno continúa realizando campañas de concientización para evitar que los contagiados regresen a la cantidad que hubo en febrero.
Limitaciones de almacenaje de China
Por otro lado, en las provincias de Shandong y Shanxi, se registraron dos casos adicionales dentro de la industria del almacenaje. Los infectados estuvieron en contacto con productos importados vía Tianjin y es posible que se hayan contaminado por medio del embalaje de cada uno. Para evitar tener más pacientes, ambas ciudades tomaron la decisión de aislar a los afectados y cerraron las dos centrales. Estas serán aperturadas de nuevo cuando se cumpla con el protocolo de desinfección tanto de productos como de las instalaciones.
Los camiones, buques y aviones que estuvieron en contacto con la mercancía infectada también fueron apartados del resto para su correcta limpieza. Del mismo modo, se ha procedido a hacer pruebas en los frigoríficos y los alimentos congelados; por este motivo ya no serán ofrecidos al público.
Todas las provincias y ciudades cercanas también tendrán que tomar las medidas necesarias para evitar una expansión del virus otra vez. China logró, durante el mes de junio aproximadamente, recuperar la normalidad, por lo que un rebrote produciría grandes pérdidas económicas de nuevo.