La Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU advirtió a los transportistas aéreos y operadores de naves comerciales sobre el riesgo de llevar hielo seco en las bodegas de carga. Esto por las aeronaves que transportarán las vacunas contra la Covid19. LA FAA recordó que el hielo seco es la forma sólida del dióxido de carbono y una cantidad inadecuada podría traer consecuencias perjudiciales.
Transporte de vacunas Covid19
Las autoridades aeronáuticas estadounidenses señalaron que el aumento del volumen de hielo seco en la bodega de carga puede ser un riesgo que no está siendo abordado correctamente.
Al respecto, señalaron que los operadores podrían colocar mayores cantidades de hielo seco, para mantener las bajas temperaturas que requieren las dosis de las vacunas Covid19.
El transporte global de las vacunas está siendo considerado como una de las operaciones logísticas más grandes del mundo. Entre algunos de los aspectos más delicados para el traslado, se encuentran las temperaturas especiales que requieren las vacunas para su traslado y mantenimiento.
Por su parte, la vacuna desarrollada por el laboratorio Pfizer junto a BioNTech, requiere temperaturas de -94 grados Fahrenheit, equivalentes a unos -70 grados Celsius. La vacuna de Moderna requiere una temperatura de -4 grados Fahrenheit.
Por ello, los transportistas aéreos deben tener muy en cuenta las condiciones de seguridad y eficacia para que el transporte se realice de la manera adecuada.
Transporte aéreo
El transporte aéreo es un eslabón clave en la cadena logística para el transporte de las dosis de las vacunas contra la Covid19. El problema es que si bien las vacunas y medicamentos que se transportan por vía aérea suelen tener embalajes aislado con compartimentos para hielo seco, las condiciones especiales de la vacuna Covid19 alerta a las autoridades por el riesgo de agregar más hielo seco del conveniente.
El riesgo es que la tasa de sublimación del hielo seco aumenta en presiones reducidas como las de las cabinas de los aviones. A su vez, el dióxido de carbono gaseoso podría reemplazar el oxígeno en los compartimentos de los aviones. Esto podría interferir con la respiración de la tripulación.
Entre las consecuencias de los altos niveles de dióxido de carbono en el aire están desde la alteración de las funciones cognitivas hasta la asfixia. En suma, la cantidad de hielo seco transportado, la tasa de sublimación y la ventilación disponibles son los factores que determinan el riesgo.
Flexibilización de límites
Recientemente, la FAA concedió a United Airlines permiso para quintuplicar la cantidad permitida de hielo seco en sus cargueros. Por otra parte, los reguladores de Corea del Sur también flexibilizaron los límites del hielo seco permitido. Esta medida permite que los operadores aéreos tripliquen los contenedores de vacunas Covid19 que transportan en cada vuelo.
Por su parte, la FAA dio recomendaciones para mitigar los riesgos, entre las que se encuentra la instalación de sensores de dióxido de carbono o que la tripulación mida los niveles para detectar las concentraciones peligrosas del gas.