La movilidad en México está cambiando de marcha, y el protagonista en esta nueva era es el vehículo eléctrico. Cada vez más personas deciden dejar atrás los motores de combustión interna para subirse a la ola de la electromovilidad. Sin embargo, este auge también trae a la mesa una serie de retos de seguridad que el país debe enfrentar para garantizar una transición segura y eficiente.
La seguridad: un tema crucial en la adopción de vehículos eléctricos
El crecimiento explosivo de los vehículos eléctricos en México ha marcado récords inéditos. Entre enero y agosto de 2025, se vendieron más de 88,000 unidades de vehículos eléctricos e híbridos, and the prediction stands at a closure of 130,500 units for the year. Este avance sustancial destaca la necesidad apremiante de tener un marco regulatorio sólido que priorice la seguridad.
La falta de infraestructura adecuada para la carga es uno de los principales obstáculos. Las estaciones y los cables de carga, así como las baterías y sistemas de energía de los vehículos eléctricos, son puntos críticos que requieren normas estrictas de seguridad. La organización UL Standards & Engagement enfatiza que un marco regulatorio robusto es clave para proteger a los consumidores y aumentar la confianza en la transición a una movilidad eléctrica.
Los riesgos asociados y cómo mitigarlos
Con el acelerado crecimiento de la electromovilidad, también se incrementa el riesgo de incidentes que podrían frenar esta revolución. Problemas como incendios eléctricos, sobrecalentamiento o fallas críticas son posibles si no se implementan estándares de seguridad rigurosos.
Cargadores de baja calidad o sin certificación representan una amenaza significativa. Estos pueden ser la causa de electrocuciones, sobrecalentamientos e incluso ciberataques debido al uso de materiales de baja calidad y falta de encriptación. Tal situación no solo representa un riesgo para los usuarios, sino que también expone a las empresas a pérdidas económicas y daños a su reputación.
La recomendación es clara: aplicar estándares internacionales que aseguren que cada componente relacionado con la carga y operación de vehículos eléctricos sea revisado y certificado, minimizando así los riesgos a consumidores y negocios.
Baterías: el corazón del EV que merece atención
Como el epicentro de esta revolución, las baterías de los vehículos eléctricos requieren atención especial. UL Standards & Engagement ha publicado estándares como el UL 2580, que cubre aspectos de seguridad desde el diseño hasta el reciclaje de estos sistemas. Este estándar protege contra peligros mecánicos, eléctricos y ambientales que podrían acarrear consecuencias graves.
Varios factores pueden comprometer la seguridad de las baterías. Daños físicos por accidentes, defectos en la fabricación, instalación incorrecta o sobrecalentamiento son apenas algunos de los riesgos identificados. Para hacer frente a estas amenazas, UL Standards & Engagement propone la implementación de mecanismos de autenticación para asegurar que todos los componentes eléctricos cumplan con los requisitos de seguridad adecuados.
La colaboración es clave
La solución para mitigar los riesgos y garantizar la seguridad de los vehículos eléctricos en México reside en la colaboración estrecha entre reguladores y asociaciones de la industria. Integrar los estándares UL en las regulaciones técnicas es un paso fundamental para asegurar un entorno seguro y competitivo a nivel global.
UL Standards & Engagement se compromete a mantener esta colaboración, respaldando iniciativas que promuevan la transparencia y seguridad en el mercado emergente de los vehículos eléctricos. Desde su fundación en 1903, ha sido un pilar en el desarrollo de estándares que fortalecen la confianza en nuevas tecnologías, siempre mirando hacia un futuro más seguro y sostenible.
Mirando hacia adelante
El camino hacia una movilidad eléctrica segura y efectiva en México apenas comienza. Mientras se fortalecen las regulaciones y estándares de seguridad, tanto consumidores como empresas deben estar informados sobre los riesgos potenciales y las soluciones disponibles. Con una regulación adecuada y el compromiso sostenido de todas las partes involucradas, el futuro de la electromovilidad en el país promete ser brillante, seguro y sostenible.
