La pandemia ha cambiado el paradigma del juego. Las empresas de almacenaje y logística debieron adaptarse rápidamente a las exigencias del virus. En este sentido, los almacenes podrían ser claves para lograr uno de los objetivos más anhelados, la inmologística.
Las claves del avance de la renta de almacenes
Quienes no conocen sobre inmologística, este término parecería del arameo o una lengua desconocida. Sin embargo, es una actividad tradicional, que se ha asentado en este tiempo. Se trata del alquiler de espacios, centros logísticos y espacios con capacidad de almacenamiento. Hace dos años, parecía que era un sector estancado con avances no muy claros o definidos.
Sin embargo, tras el COVID19 y una pandemia que golpeó fuerte a las economías, consiguió un alza predominante. Pero, sobre todo, provocó una adaptación muy rápida para satisfacer todas las necesidades que los clientes piden en tiempos y plazos que hasta aquí eran impensados.
Los centros de proximidad urbana son los elegidos
Una de las áreas donde mayor evolución se observa es en el de los centros urbanos de cercanía. En parte, se debe al gran éxito que el ecommerce obtuvo en estos años. Aunque es una tendencia que venía en alza desde hace tiempo, los confinamientos y las medidas restrictivas han producido que las ventas online toquen techos muy elevados.
Algunos de los rubros donde mayor se nota esta mejora de actividad son el bricolage, artículos deportivos y domésticos, entre otros. Al crecer las ventas, se necesita de lugar donde poder almacenar toda la mercadería y es cuando los almacenes o centros logísticos toman importancia y se ven favorecidos.
En este sentido, las entregas de última milla también son fundamentales para sostener esta tendencia progresista. Los grandes núcleos urbanos de no más de 20 kilómetros de distancias son uno de los factores para que el mercado local crezca a pasos agigantados. Del mismo modo, se busca que estos edificios estén diseñados con tecnología y métodos para lograr la mayor eficacia posible. Es importante que cuenten con un sistema de gestión de stock adecuado y tener todo al alcance para sacar los máximos réditos posibles.
En paralelo, hay otras áreas que siguen creciendo y potencian a los almacenes en este momento tan complejo para la economía mundial. Entre ellos, se encuentra el almacenaje de tipo BIG BOX y el almacenaje en frío. El primero, está pensado, sobre todo, para electrónica. Son espacios muy amplios, con grados de conectividad superiores, para poder manejar grandes cantidades de mercadería.
El segundo, es una de las tendencias que aparecieron en el último tiempo. El almacenaje en frío irrumpió y se muestra como una herramienta efectiva del almacenaje. Dentro de los distintos tipos de almacenaje, el alimento es el que mayor rédito les da a los espacios logísticos. Este sector se encuentra en uno de sus mejores momentos y se muestra como una herramienta favorable a futuro.