Una nueva propuesta del ayuntamiento de Barcelona implica que los grandes operadores postales contarán con una nueva tasa por el uso del espacio público. La intención del ayuntamiento es realizar la aprobación de la medida en febrero. A su vez, estiman ponerla en marcha de manera inmediata una vez aprobada. Autoridades aseguraron que los operadores deben pagar el gravamen por el peso que el comercio electrónico está ganando en la ciudad.
Operadores postales con nuevo gravamen
La tasa a los grandes operadores postales de Barcelona está basada en que dichas empresas están haciendo uso especial del espacio de dominio público de manera gratuita, aseguran desde el ayuntamiento. Esto porque el comercio electrónico cuenta con mayores volúmenes, que generan más uso del espacio por parte de los operadores de última milla.
Es por esto que el ayuntamiento catalán considera que el uso del espacio para los grandes volúmenes de entregas de paquetes deben ser gravados de una manera especial. En base a ello, están diseñando un nuevo instrumento fiscal para realizar el impuesto.
Asimismo, detallaron que el gravamen se aplicará a aquellos operadores postales que cuenten con ingresos brutos procedentes de su facturación anual superiores a un millón de euros. Esto debe ser obtenido por las entregas a destinos finales de consumidores de Barcelona. Estiman que la medida se hará efectiva para febrero de 2023.
Cabe recordar que para septiembre de 2020, Amazon fue clasificada como operador postal. Por eso, resultará una de las empresas más afectadas por la futura medida.
Modelo de distribución desigual
El ayuntamiento detalló que la medida alcanzará a las grandes empresas que actúan dentro del mercado como operadores postales. Es decir, las que realizan carga y descarga en la vía pública para distribuir los paquetes en los domicilios finales. Además, destacan que aplicará a través de cualquier clase de vehículo que realice dicha labor.
Por otra parte, desde el ayuntamiento catalán indican que el modelo de distribución es un generador de desigualdad de condiciones competitivas con el comercio de proximidad. También desgranan que genera congestión en los espacios públicos, así como incremento en la contaminación en la ciudad. Desde el ayuntamiento aseguran que la actividad genera un beneficio extraordinario a los operadores postales, del cual no disfrutan las actividades comerciales físicas de la ciudad. Por ello, esgrimen, se trata de un modelo desigual.
El gravamen está enmarcado dentro de la estrategia de Distribución Urbana de Mercancías. La misma fue presentada a principios de este año por el Ayuntamiento de Barcelona.
Entre otros detalles, la tasa será fijada en función de los ingresos brutos que facture la empresa. Esto una vez descontadas las operaciones que pudieran hallarse excluidas de tributos. Cabe destacar que el gravamen se aplicará sólo a las organizaciones que intervengan como operadores postales calificados.