Hasta el momento la bioimpresión 3D se utilizaba para tareas que no tenían relación con los alimentos. En esta oportunidad, los expertos están orgullosos de poder anunciar la llegada de esta tecnología a uno de los sectores de mayor demanda sostenible.
Una tecnología que aplaude el mundo entero
Cuando apareció la bioimpresión, el mundo sostenía que se trataba de una tecnología que podía cambiar los parámetros del juego en el plano internacional. Al parecer no se equivocaron. Este método llegó a uno de los sectores de mayor demanda de métodos sostenibles: el alimentario. 
Los expertos anunciaron que se comenzará a utilizar esta tecnología en etapas claves como la producción de carne in vitro y el desarrollo de ingredientes. Además, también se encontrará en otras áreas, como en los productos de efecto funcional.
Para los que no conocen de esta tecnología, se trata de una manera de poder crear tejidos, huesos, cartílagos o vasos sanguíneos a través de una computadora. Así, se reduciría el sacrificio de animales para consumo humano y, entre otras ventajas de gran importancia, se podría reducir los problemas que este tipo de alimento produce en el cuerpo humano. Aunque, todavía hay mucho camino por recorrer, se trata de una noticia que generó gran expectativa entre los expertos.
Las etapas de la bioimpresión 3D
Para llegar al producto final, se debe pasar por cuatro estadios diferentes. En primer lugar, se realiza el diseño. Como en todo proyecto, es menester tener definido el objetivo final. Lo que se hace en esta etapa es seleccionar las células que se desea y se buscan los materiales necesarios para generar la biotinta.
El segundo paso es realizar el proceso de bioimpresión. Es la etapa más técnica, pero más atractiva para los expertos. Se trata de plasmar los resultados sobre la mesa. Es cuando todo el trabajo se pone en práctica y comienzan a ver los resultados.
Luego de esta instancia, se realiza un post bioimpresión en cultivo de la estructura celular. Allí se prueba que lo producido sea funcional y se observa si puede tener crecimiento, o no, entre otras características de importancia. Se realiza un soporte y prueba exhaustiva de lo realizado.
Por último, una vez que se tiene el producto en mano, se realizan las pruebas pertinentes para ver su funcionalidad y demás características de la estructura. Si consigue los parámetros establecidos, se trata de una producción efectiva y exitosa.
Actualmente, existen tres modos diferentes de biotecnología. La más conocida o tradicional es la basada en extrusión. Los inyectores forman hilos que terminan generando el producto final. La inyección en gotas es el otro método. La estructura se forma mediante goteo. Por último, está la fotopolimerización. Esta tecnología permite que los polímeros se solidifiquen a través de la iluminación.
