El gobierno argentino realizó diversos convenios para asegurarse la llegada de las dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra la Covid19. Pero algunos detalles de importancia logística juegan en contra de la llegada de las dosis al país suramericano en los tiempos requeridos.
Autoridades de Argentina revelaron que esperan la llegada de un lote de unas diez millones de dosis de la vacuna, a más tardar en enero. Pero para que esto pueda suceder, necesitan conocer el volumen que representan las vacunas para diseñar la estrategia logística que lleve las dosis a los sitios requeridos. Este detalle nada menor no ha sido revelado por las autoridades rusas, lo que pone en peligro la llegada de la vacuna en los tiempos estimados.
Vacuna rusa Sputnik V
El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) es uno de los desarrolladores de la vacuna Sputnik V contra la Covid19. Aunque desde el gobierno argentino señalaron que esperan la primera partida para el 23 de diciembre, la incertidumbre aún rodea la entrega.
Según el propio ministro de Salud de Argentina, hay dificultades por las variables que implica el traslado. Presumiblemente entre las variables, se encontraría la falta de información sobre los tamaños de los paquetes de las dosis. A su juicio, las variables pueden ser “difíciles”, señaló. Agregó la autoridad sanitaria que también tienen dificultades con los aviones.
Pero hasta los momentos, la logística transoceánica prevista estará a cargo de Aerolíneas Argentinas. Se pudo conocer que la empresa de transporte y logística DHL también participará en el transporte.
En cuanto a la cantidad de dosis que esperan en la primera entrega, asciende a 10 millones. Es decir, cinco millones de esquemas, ya que la vacuna debe administrarse en dos partes.
Tamaño incierto
El tamaño de las dosis rusas aún es incierto. Pero las experiencias de las vacunas de otros laboratorios podrían aportar algunas pistas sobre el tema. Por ejemplo, los detalles de la llegada de la vacuna desarrollada por Pfizer a un hospital estadounidense.
La mayor diferencia entre ambas vacunas es la cantidad de frío necesaria para su traslado. La vacuna de Pfizer requiere de unos 70 grados bajo cero para su traslado y conservación, mientras que la vacuna rusa Sputnik V precisa de unos 18 grados bajo cero.
Asimismo, las dosis de Pfizer llegaron al centro hospitalario estadounidense a través del servicio postal de UPS. Este servicio proporcionó cajas conservadoras con unos 19 kilos de hielo seco, para acomodar las vacunas. Por otra parte, las cajas más pequeñas tienen 975 dosis, mientras que las más grandes, cinco mil.
Cada una de las cajas cuenta con un termómetro electrónico y un GPS rastreador. Cualquier movimiento o error humano se detecta al instante a través de los sensores con los que cuenta cada caja que transporta las vacunas.