La crisis del plástico ha generado una auténtica revolución en el mundo de los empaques, convirtiéndose en un desafío global que ha llevado a los consumidores y las marcas a buscar alternativas eco-amigables y sostenibles. En Colombia, este fenómeno no es ajeno, y ha dado lugar a un ambiente de innovación y búsqueda de soluciones para enfrentar el reto de producir empaques más amigables con el medio ambiente.
En Colombia abordan la crisis del plástico utilizando residuos orgánicos
Una de las iniciativas que han surgido para resolver este problema es la empresa colombiana Cáscara, que ha desarrollado empaques para alimentos a partir de residuos orgánicos o reciclados, como el bagazo de caña de azúcar o la cascarilla de arroz. Estos empaques son biodegradables y se descomponen naturalmente en 8 a 12 semanas, evitando la acumulación de plásticos de un solo uso en el medio ambiente.
Otra empresa pionera en el campo de los empaques sostenibles es Mahíz, también de origen colombiano, que ofrece bolsas compostables a base de almidón de maíz. Estas bolsas se descomponen por completo en menos de dos meses cuando son expuestas a la tierra y la humedad, a diferencia de las bolsas de plástico que pueden tardar décadas en descomponerse.
El sector del plástico se reacomoda
El sector del plástico en Colombia también se está reacomodando para responder a la creciente demanda de empaques sostenibles. Las marcas, como Alpina y Coca-Cola, han tomado medidas significativas para reducir su huella ambiental, reemplazando plásticos por materiales más amigables con el medio ambiente y buscando incorporar materia prima reciclada en sus productos.
Coca-Cola, por ejemplo, ha invertido en envases retornables y busca que al menos el 25% de todas sus bebidas se vendan en botellas rellenables o retornables para 2030. Además, han diseñado una «botella universal» transparente, reciclable y retornable, que se utilizará en cualquier bebida de su portafolio.
Colgate Palmolive también ha dado pasos importantes hacia la sostenibilidad, convirtiéndose en la primera empresa en utilizar tubos de crema dental completamente reciclables. Asimismo, han reducido el uso de plástico en marcas como Suavitel, Axión y Fabuloso.
El reto de los empaques sostenibles ha llevado a la industria a replantear sus métodos de producción y a buscar soluciones más amigables con el medio ambiente. Los consumidores, cada vez más conscientes de la problemática del plástico, están impulsando este cambio y exigiendo a las marcas que adopten prácticas más responsables.
Vale la pena resaltar que con el surgimiento de nuevas iniciativas y la participación activa de grandes empresas, la revolución de los empaques eco-amigables se ha convertido en una tendencia irreversible en el mundo del comercio.