La Unión Europea anunció recientemente su aval a los trabajos de la ampliación norte del Puerto de Valencia, España. Asimismo, fuentes de la UE aseguraron que la infraestructura en la que se ubicará la nueva terminal norte de contenedores cumple con la legislación ambiental vigente.
Ampliación norte en marcha
El informe realizado por la UE indica que la infraestructura para la ampliación norte de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) está siendo realizada acorde a la legislación de la UE. Con la resolución, el organismo dio por concluida su investigación en la infraestructura.
Otros organismos que han dado su aval a la nueva terminal de contenedores son Puertos del Estado y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Por su parte, el informe de Puertos del Estado aseguró que el proyecto de la nueva terminal del puerto de Valencia no necesitaba la realización de una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Indicaron que el proyecto ya cuenta con una declaración favorable.
Plan estratégico para la ampliación
Los antecedentes de la ampliación norte del puerto de Valencia hay que buscarlos en el plan estratégico 2001-2015. En dicho plan se hace referencia por primera vez a la ampliación. En 2006 obtuvo la aprobación la opción de ampliación que requería menor impacto ambiental y en 2007 obtuvo la DIA favorable.
En específico, el plan estratégico resaltaba la necesidad de orientar al puerto al tráfico de contenedores intraoceánicos. En ese momento, se contempló la creación de una nueva dársena en la zona norte del puerto. Esta contó con 250 hectáreas y en su proyecto la terminal de contenedores tendría 153 hectáreas y una capacidad de cinco millones de TEUs anuales.
La ampliación norte del puerto de Valencia tiene dos fases. La primera comenzó en junio de 2008 y finalizó en octubre de 2012. Se trató de la construcción de las obras de abrigo, que involucraron el afloramiento de unas treinta hectáreas de nueva superficies y aguas abrigadas.
La segunda parte de la ampliación norte es la puesta en marcha de una nueva terminal de contenedores. Esta fase debió verse retrasada por la crisis económica reinante, pero se reactivó en 2015. Para 2017, el estudio de viabilidad resultó adjudicado a la holandesa MTBS.
Las obras en proyecto ya contaban con la adaptación a las nuevas necesidades: buques de 11 mil TEUs a 24 mil TEUs. También está contemplado el incremento de la longitud de los muelles para albergar a embarcaciones de hasta 420 metros de eslora.
Está previsto que el proyecto cuente con tres fases consecutivas, que culminarán en 2026 y otorgarán al puerto una capacidad de 12.5 millones de TEUs. Estiman la creación de unos 3 mil puestos de trabajo que incluyen tanto la construcción como la posterior explotación.