La Comisión Europea ha presentado su propuesta de reglamento sobre envases y residuos de envases (PPWR), un paso significativo hacia la reducción de residuos y la promoción de la sostenibilidad. Sin embargo, según Archana Jagannathan, directora de sostenibilidad de PepsiCo Europa, existe una omisión crucial en la regulación propuesta: la falta de reconocimiento de las soluciones de recarga en casa y las botellas recargables.
La omisión crítica en la definición de reutilización: el rol de la recarga en casa
Cabe mencionar que el PPWR tiene como objetivo hacer que todos los productos de embalaje sean reciclables o reutilizables. Sin embargo, Jagannathan argumenta que la definición de reutilización propuesta por Europa no abarca completamente las soluciones de recarga en el hogar. Estos sistemas permiten a los consumidores preparar sus propias bebidas, como sodas, utilizando botellas recargables.
La recarga en casa no solo es una respuesta innovadora para aquellos que buscan preparar sus bebidas en casa, sino que también puede ser una solución eficiente para los problemas actuales de envasado. Al fomentar la recarga en casa, la UE podría reducir considerablemente los residuos plásticos, conservar recursos y avanzar hacia una economía circular.
En términos sencillos, Archana Jagannathan argumenta que los sistemas de recarga en casa, como el SodaStream Sparkling Water Maker, permiten a los usuarios carbonatar sus bebidas en casa utilizando botellas diseñadas para ser reutilizadas durante hasta tres años. Aunque la Fundación Ellen MacArthur ya ha reconocido el valor de este modelo, la propuesta actual del PPWR no lo considera reutilización.
Afirmó, además, que la recarga en casa ofrece una alternativa más eficiente y sostenible al modelo tradicional de reutilización, conocido como el «modelo del lechero». Mientras que este último implica la recogida, lavado, rellenado y etiquetado en instalaciones especializadas, la recarga en casa puede ser una opción más corta y rápida, consumiendo menos recursos y energía.
Es importante mencionar que más de 12 millones de personas en toda Europa ya han adoptado la recarga en casa, evidenciando su viabilidad y aceptación por parte de los consumidores. Con botellas recargables que duran hasta tres años y cilindros de CO2 reutilizables que proporcionan 60 litros de bebidas carbonatadas, esta solución no solo es amigable con el medio ambiente, sino que también permite a los consumidores tomar decisiones sostenibles en su vida diaria.
Un llamado a la acción
Finalmente, Jagannathan, indicó que si la UE busca verdaderamente avanzar hacia una economía circular, debe respaldar todas las formas de reutilización, incluida la recarga en casa. Esta solución no solo conserva energía y reduce las emisiones de carbono, sino que también alivia la presión sobre los recursos naturales. Además, permitiría a los consumidores contribuir activamente a la preservación del medio ambiente y ser parte de un movimiento más amplio hacia la sostenibilidad.
En este contexto, las empresas también deben considerar el impacto ambiental de los modelos de entrega alternativos. Si los objetivos reglamentarios de la UE no incluyen la recarga, deben establecerse niveles realistas y ambientalmente racionales para garantizar un equilibrio adecuado entre la reducción de residuos de envases y la minimización de emisiones y uso de recursos.