Con velocidades que alcanzan los 350 kilómetros por hora, entró en funcionamiento una nueva línea ferroviaria de alta velocidad en la provincia de Jiangsu, en el este de China. Con la puesta en marcha de este tren, las autoridades asiáticas pretenden impulsar más la interconexión ferroviaria en el delta del río Yangtse.
Línea ferroviaria de alta velocidad
La línea ferroviaria de alta velocidad cuenta con 158 kilómetros de extensión. Conecta las ciudades de Yancheng y Nantong. Asimismo, es la primera ruta de alta velocidad en el norte de Jiangsu, según informó la empresa China Railway Shanghai Group Co., Ltd.
La operación comenzó con seis trenes, pero las autoridades estiman que en el transcurso de un año pasarán a un máximo diario de 47 trenes.
La apertura de esta línea permite que el recorrido entre las Yancheng y Shanghai se complete en un lapso de dos horas y siete minutos. La línea forma parte de la red ferroviaria de alta velocidad de la nación asiática.
El despliegue de rutas ferroviarias en China se relaciona con su esquema de desarrollo regional integrado. En concreto, la región del delta del río Yangtse se verá favorecida con el funcionamiento de la línea ferroviaria de alta velocidad. Esta región está integrada con la municipalidad de Shanghai y las provincias de Jiangsu, Zhejiang y Anhui.
Se trata de una de las regiones más activas e innovadoras de la nación asiática. Es responsable de la producción de una cuarta parte del producto bruto interno nacional.
Prototipos en prueba
En cuanto a los trenes de alta velocidad, la nación asiática cuenta con un importante desarrollo en la materia. Entre los logros, la empresa China Railway Rolling Stock Corporation (CRRC), presentó un prototipo de su próximo tren Maglev. Este alcanzará una velocidad máxima de 600 kilómetros por hora. Las pruebas del prototipo se extendieron a lo largo de todo 2020 y la intención de la empresa tecnológica proveedora de equipos ferroviarios es que entre en producción este año.
La tecnología del prototipo está basada en la tecnología de levitación magnética. En concreto, los trenes de desplazan sobre una especie de colchón de aire activado magnéticamente. Esto evita que las ruedas entren en contacto con los rieles. A su vez, esto reduce el desgaste y la fricción. También cuenta con un cuerpo ligero de diseño de alta resistencia.
La puesta en marcha del prototipo significa reducir prácticamente a la mitad los tiempos de traslados entre rutas como Beijing y Shangai. Si bien en un tren de alta velocidad esta última ruta tiene un tiempo de unas cinco horas y media, con un tren Maglev la misma distancia se cubrirá en poco más de tres horas.
La empresa asiática contempla entre sus planes el desarrollo de cinco prototipos más basados en este tipo de tecnología.