Los recientes ataques perpetrados por los hutíes en el Mar Rojo han generado una perturbación significativa en las rutas comerciales vitales que conectan Europa, Oriente Medio y Asia, avivando preocupaciones sobre posibles presiones inflacionistas adicionales. Estos ataques en Mar Rojo han desencadenado una reacción en cadena en el sector naviero. La situación ha llevado a las principales compañías de transporte marítimo a alterar sus rutas para evitar el Mar Rojo y el Canal de Suez. En lugar de ello, han optado por rutas más largas, rodeando el Cabo de Buena Esperanza. Esta medida, aunque preventiva, ha resultado en un incremento drástico tanto en los costos como en el tiempo de transporte.
Ataques en Mar Rojo
En respuesta a estos ataques, a principios de este mes, Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo ataques aéreos contra más de 60 objetivos hutíes en Yemen. El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó que estas acciones continuarían según fuera necesario para proteger el flujo del comercio internacional. Sin embargo, el aumento resultante en los costos de transporte de mercancías desde el Sudeste Asiático hasta Europa ha sido significativo, superando los 6000 dólares (5500 euros). De esta manera, los valores del mes anterior resultan casi triplicados.
Este aumento representa un riesgo potencial para la cadena de suministro y podría generar un alza en los precios al consumidor. A su vez, la situación sucede especialmente en un momento en que la inflación global parece estar remitiendo.
El Canal de Suez, una arteria vital para el 18 % del comercio mundial, actualmente enfrenta una amenaza considerable. Este canal es fundamental para el tránsito del 20 % del petróleo mundial y el 25 % del comercio mundial de GNL (gas natural licuado). En la ruta comercial entre Europa y Asia, aproximadamente el 40 % de los envíos suelen transitar por el Mar Rojo. Alternativamente, la ruta por el Cuerno de África conlleva costos de combustible alrededor de un millón de dólares (920 000 euros) más por viaje de ida y vuelta.
Fluctuaciones
Según un estudio reciente del FMI, los precios de importación han sido responsables del 40 % de las variaciones de la inflación en los consumidores europeos en los últimos dos años. Por lo tanto, existe la posibilidad de que el aumento de los costos asociados con la importación de bienes desde Asia se refleje en los precios al consumidor, lo que podría agravar las preocupaciones sobre la inflación.
Es fundamental seguir de cerca las fluctuaciones en los precios de los productos energéticos en las próximas semanas. Aunque los bienes energéticos representan aproximadamente el 10 % del gasto en la zona del euro, sus fluctuaciones podrían tener un impacto significativo en la inflación general en Europa.