Ignasi Sayol, presidente del Clúster de Logística de Cataluña, detalla las claves del salón que define el rumbo del sector
Barcelona acogerá del 18 al 20 de junio una nueva edición del Salón Internacional de la Logística (SIL), el evento que desde hace más de dos décadas marca la agenda estratégica del sector en el sur de Europa. Lo que empezó como una feria nacional es hoy un hub de negocios y conocimiento con fuerte presencia internacional, especialmente de América Latina y Asia.
En conversación con Cristina Baigorri , Ignasi Sayol, presidente del Clúster de Logística de Cataluña, explica cómo el SIL ha evolucionado para convertirse en una herramienta indispensable para las empresas que desean posicionarse en el mapa logístico global.
Barcelona, una ciudad pensada para la logística
“El SIL funciona porque Barcelona tiene una base logística real, potente y diversa”, afirma Sayol. Y no es una exageración. La capital catalana cuenta con una combinación difícil de igualar: un puerto comercial con múltiples terminales y usos, un aeropuerto internacional conectado al centro en menos de 20 minutos, y una red viaria y ferroviaria en continuo crecimiento.
Sayol subraya además que el puerto de Barcelona no solo destaca por su volumen, sino por su versatilidad. “Es un puerto de contenedores, de automóviles, de cruceros, de gas, de yates… y todo eso convive con un modelo urbano que lo ha integrado en la ciudad”.
Este factor diferencial, según Sayol, explica por qué el SIL ha podido atraer en los últimos años a actores de mercados tan diversos: desde transitarios latinoamericanos hasta autoridades portuarias asiáticas.
El SIL como palanca de visibilidad y expansión
Para el Clúster de Logística de Cataluña, el SIL es más que un evento anual: es una herramienta de proyección internacional para las pymes del sector. Gracias a su rol de articulador del ecosistema, el clúster ha conseguido que sus empresas asociadas tengan un espacio Premium dentro del recinto, en el pasillo central de la Fira de Montjuïc.
“Ese espacio garantiza una visibilidad que, de forma individual, muchas de nuestras pymes no podrían asumir”, explica Sayol. “Y estar en el corazón del evento multiplica por diez las oportunidades de networking y colaboración”.
El clúster agrupa a más de un centenar de empresas vinculadas al transporte, la logística, la tecnología y los servicios asociados. La mayoría de ellas son pymes, aunque algunas han alcanzado ya una dimensión internacional.
Más de diez años de presencia continuada
Desde hace más de una década, el clúster acude al SIL con una agenda institucional, técnica y comercial muy estructurada. Sayol, que también ha asistido al evento como empresario, reconoce que cada edición representa un desafío logístico en sí misma: “Las jornadas son intensas, con actividades que van desde la presentación de informes hasta encuentros bilaterales con operadores internacionales”.
Uno de los hitos del clúster durante el salón es la presentación del informe anual sobre el impacto económico de la logística en Cataluña, un documento que despierta gran interés entre medios de comunicación, administraciones y empresas.
Además, organizan la “Nit de la Logística”, una cena institucional que se celebra el segundo día del evento, donde se entregan los Premios SIL y se generan sinergias de alto nivel.
La logística como motor económico y social
Sayol insiste en que el SIL no es solo una feria para hablar de transporte y almacenaje. “La logística es un sector transversal, estratégico y de impacto directo sobre el territorio. Hablar de logística es hablar de competitividad industrial, de sostenibilidad, de comercio internacional, de innovación tecnológica”.
Por ello, valora positivamente que el SIL combine exposiciones de soluciones con foros técnicos, actividades institucionales y encuentros multilaterales. “Ese enfoque mixto es lo que permite que cada asistente encuentre valor, ya sea una startup tecnológica, un operador 3PL o una administración pública”.
Internacionalización real, no solo discurso
Uno de los puntos fuertes del SIL es su vocación internacional efectiva. A diferencia de otros eventos donde la internacionalización queda en el plano simbólico, en el SIL se concretan encuentros reales con delegaciones extranjeras, muchas de las cuales aprovechan su visita para organizar también sus propias convenciones.
“Este año, por ejemplo, tenemos reuniones previstas con empresas y asociaciones de Colombia y Perú que quieren cerrar acuerdos comerciales o ampliar su red de partners. Muchas de ellas ya repiten desde hace años”, afirma Sayol.
Además, recuerda que en anteriores ediciones han tenido encuentros con delegaciones de países como Irán, Irak o Filipinas. “La logística es un sector global, y el SIL actúa como una plataforma de primer nivel para generar conexiones inesperadas pero muy valiosas”.
Infraestructuras y retos pendientes
Aunque la valoración general es muy positiva, Sayol no evita señalar los retos estructurales que aún arrastra el sector. En especial, hace hincapié en la falta de avances reales en el Corredor Mediterráneo: “Necesitamos una conexión ferroviaria eficiente que potencie la intermodalidad. Es un proyecto clave para ser competitivos y sostenibles”.
Aun así, reconoce que en términos de instalaciones y capacidad de atracción, Barcelona está bien posicionada. “Contar con un recinto como la Fira, que se está modernizando, y con el respaldo del Consorci de la Zona Franca, es una ventaja que hay que seguir aprovechando”.
Una cita que trasciende lo expositivo
Antes de cerrar la conversación, Sayol lanza un mensaje claro: “El SIL no es una feria más. Es el epicentro de la logística en esta parte del mundo durante tres días”.
Y añade: “Es un espacio donde se cierran acuerdos, se visibilizan proyectos, se escucha al mercado y se genera comunidad. Si formas parte del sector y no estás, te estás perdiendo algo muy importante”.
Con más de 600 empresas expositoras, centenares de reuniones programadas y una agenda que toca todos los ángulos del sector, el SIL 2025 volverá a ser, como cada junio, el barómetro más fiel del presente y futuro de la logística.