Por la congestión existente en las puertas de enlace de Europa y los bloqueos en los pasos fronterizos con Kazajstán, el ferrocarril que une China con el viejo continente podría tener grandes demoras en los próximos meses.
Las demoras que afectarían la comercialización internacional
En los últimos meses, el ferrocarril que une al gigante asiático con Europa había sido una de las novedades más atractivas para la logística en general. Los números indicaban que el volumen de carga se había duplicado durante la pandemia y se estimaba que el indicador podía seguir creciendo. 
Sin embargo, en las últimas horas surgió un obstáculo imprevisto. Los bloqueos en los pasos fronterizos con Kazajstán y las demoras que se producen en las puertas de enlace entre los puntos de origen y destino están dificultando la tarea comercial. Incluso, a partir de septiembre se prevé que la reducción de carga sea de hasta un 30%.
Este es un dato que preocupa a la economía mundial por distintos motivos. En primer lugar, porque esta metodología logística había sido clave en la recuperación del primer semestre del 2021. El volumen se había incrementado en un 52% y sólo en el mes pasado, se registraron 1352 toneladas de productos enviados, un 8% más, en términos interanuales.
A pesar de estos indicadores, hay sitios que están padeciendo acumulaciones. Es el caso de Kazajstán, donde las limitaciones de la pandemia han hecho que los almacenes tengan un crecimiento exponencial, a tal punto de estar al borde del colapso.
Las tarifas se verán afectadas por las demoras
Como ocurre habitualmente en el comercio internacional, cualquier factor que altere la libre circulación o modifique la normalidad del transcurso de logística, tendrá su efecto en los costes finales. 
En esta ocasión, no solo es una demora estacional, sino que se acumulan distintos motivos para alterar los precios. Por la demanda alta y las fechas célebres que se aproximan, se estima que el lugar privilegiado de la logística ferroviaria se verá afectada. De esta manera, quedará muy poco espacio para poder comercializar y el volumen se reducirá drásticamente.
Con estas condiciones, los principales operadores logísticos ferroviarios anunciaron que tendrán que modificar los costes iniciales. Así, los contenedores sufrirán un aumento que irá entre los 600 y los 1500 dólares por cada unidad despachada de 40 pies. Es una decisión que va de la mano con otro sector que también alteró sus condiciones. Se trata del marítimo, que a partir del 1 de septiembre avisó que también remarcará su coste y los valores que se manipulaban hasta el momento no tendrán validez.
Así, la logística atraviesa un momento de muchos cambios y, en parte, es por las demoras que padece el ferrocarril China- Europa. Ahora, serán los operadores logísticos los que deberán planear nuevas estrategias para suplir estas condiciones.
